Toponimia
Inicio > Toponimia > Altoaragonesa > Escarpinosa (151)
Llegamos a la cabaña de Batisielles después de haber pasado por la de Santa Ana, o bien procedentes del refugio de Astós. En cualquier caso, seguiremos por la izquierda, aguas abajo, del barranco hasta alcanzar los ibones de La Escarpinosa, el Azul en primer término, a 2.042 m, y el Verde, inmediato, a 2.027 m; como dice un autor, son los únicos ibones en los que el bosque llega hasta la misma orilla. Reparemos en que el paraje tiene una altitud inferior a la del ibón grande de Batisielles en más de 200 m. Camino adelante, pronto llegaremos al ibón de Perramó, y muy cerca también, el ibón de la Tartera de Perramó, además de otros muchos más pequeños dispersos por las inmediaciones. Todo este paraje o valle está circundado por una serie de agullas o tucas, tales que la de Serisueles (2.455 m) y la de Chuise (2.675) al E; la de La Trapa (2.800 m), las de Ixeia (2.835, 2.770 m), la del Chinebro (2.818 m), y la Agulla del Chinebro (2.702 m) por el Sur; la Tuca d´es Corbets (2.909 m) y la larga cresta de Batisielles por el O. Al fondo del valle, la Agulla de Perramó, “grupo de crestas que se eleva a cerca de 250 m por encima de los canchales, de las que la central tiene un bello aspecto de pirámide fenomenal, solitaria y amenazadora, toda negra – según Armengaud – y una de las más atrevidas cimas del Pirineo” (Broto Aparicio, op. cit. pág. 125).
Al contemplar el conjunto Escarpinosa- Perramó, el estudio etimológico nos permitirá descubrir uno de los mayores dislates toponímicos que, por causas diversas, se han producido en el Pirenneo. En efecto, la airosidad y atrevimiento de la Agulla de Perramó sigue despertando hoy admiración, pero lo viene haciendo desde muchísimos siglos atrás. Ese aspecto de “pirámide fenomenal, amenazadora, negra” tiene entidad más que suficiente para erigirse en hecho identificador o diferencial recogido en el topónimo Escarpinosa. Y, como santísimas veces ocurre en nuestro más alto Pirenneo (Batisielles, Bardamina, Llauset…), un mismo topónimo abarca e identifica elementos o accidentes bien variados; valle, barranco, pico, ibón, plleta… Esto, tan normal, se mantiene en orden hasta que un error o confusión, o bien una decisión consciente y voluntaria, tras la que late el reconocimiento o admiración hacia uno de los admirables pireneistas que, en gran número y con espíritu acendrado y amor sin límites (aún a costa de su propia vida en ocasiones) tanto han hecho por la valoración y conocimiento de nuestras inmensas bellezas naturales. En el paraje de La Escarpinosa, el elemento o accidente que recibió con toda propiedad este topónimo fue la Agulla de la Escarpinosa, hoy Perramó. Y al asentarse este nombre artificial (no descriptivo) para identificar a la Agulla, Escarpinosa ha sobrevivido en los ibones, el valle, el bosque y nada más. El estudioso se sorprende de que, en un paraje tan abundante en cimas, tucas y agullas, no haya una sola que lleve el nombre Escarpinosa: la razón es bien sencilla, ya hubo tres con este nombre, de las que la central era y es “fenomenal, solitaria, amenazadora, negra”, o bien,“atrevida, hermosa, airosa”. La solución al dislate es bien simple: bastaría (y esto es una invitación a editores, tratadistas y estudiosos) con consignar en mapas y escritos la lectura “Agulla de Perramó o de La Escarpinosa”..
Escarpinosa es una bella composición de la lengua ibérica (no se olvide, lengua aglutinante) en la que no se sabe qué admirar más, si la perfección formal o el acierto descriptivo. El primer elemento es escarda, aguijón. El segundo es pin, airoso, esbelto; raíz de origen onomatopéyico, ya sin repetición ni cadencia, tal como la encontramos en su día en topónimos como Piñana (Pinyana) o Pina. La unión se produce con elipsis al final del primer término, escard(a)pin. Esta simple elipsis provoca la aparición de un grupo consonántico molesto o difícil – rdp – que se simplifica a –rp-, o lo que es lo mismo, la elipsis se profundiza afectando al fonema final y al anterior, escar(da). Por último, un segundo adjetivo que viene a reforzar el significado del anterior, osa, variante de oso, y éste contracción de otso, enorme. Este segundo enlace se efectúa mediante yuxtaposición necesaria. En conclusión y en belleza, Escarpisosa significa literalmente “el aguijón airoso y enorme”.
Entradas relacionadas
Desarrollo: Interesa.es
© Bienvenido Mascaray bmascaray@yahoo.es