Toponimia
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Los Topónimos Espierba y Diera están absolutamente unidos y no porque Diera sea una partida de terreno muy productivo (la mejor, sin duda) dentro del lugar de Espierba, sino porque, al parecer, uno ha sido creado en relación o consideración al otro. Me explicaré: hemos visto como Espierba encierra una paradoja ya que, situado en lugar muy elevado y contra lo que es habitual en los poblamientos ibéricos, sus habitantes no descienden a cultivar las huertas, prados o sembradíos de la parte baja. También Diera tiene su paradoja, pero contrapuesta como veremos, y esa contraposición explica el origen y contenido de uno y otro nombre de lugar. Es algo parecido a lo que sucede con dos importantes ciudades andaluzas, situadas no muy lejos una de otra y, evidentemente, en abierta rivalidad: los fundadores de una no se anduvieron con remilgos y, directamente, la intitularon “la más extensa o la más grande”; los vecinos no se achicaron y su respuesta fue concluyente: “en todo caso, más”. Espero que estos dos topónimos y varios miles más encuentren su lugar público en una posible “Toponimia de Iberia”. Quizá…
En Bielsa (no precisamente en el Ayuntamiento) me comentan que Diera es una rica zona de pastizales en la que abundan las construcciones auxiliares. Pero ello no encaja con mi idea de “laboratorio” y decido visitarla. Por ello, cuando al llegar al barrio alto de Espierba veo al costado derecho de la carretera un pequeño cartel que señala la dirección a Diera, siento alivio y no lo dudo. El comienzo de la ruta es, en realidad, calle y está perfectamente pavimentada; pero, muy pronto, al doblar a la izquierda, se muestra la dura y desigual realidad: pista “blanca”, estrecha y con algunas piedras sueltas, pero sobre todo con unos desniveles a modo de badenes que para mi coche ancho, largo y bajo son un verdadero peligro. Tras un rasponazo en los bajos, de esos que se transmiten directamente a la boca del estómago, me aparto a un costado y lenta y temerosamente doy la vuelta y regreso a la carretera.
Mis informantes de Espierba pertenecen a dos generaciones: la más antigua (el emigrante y su hermano) por una parte; Barré, más joven, por otra. El primero de los citados me habla con calor, casi vehemencia, y rezuma de verdad: “Yo mismo estoy harto de trabajar en Diera: sembrábamos trigo, lo que más, y llevábamos la cosecha al molino; con esa harina teníamos pan para casi todo el año, e igual las demás casas. También sembrábamos algo de ordio y centeno, patatas para el consumo y hasta lentejas. Claro que aún quedaba terreno para pasto, pero sí, había mucho terreno sembrado”. He aquí la paradoja de Diera: pese a la considerable altura, la zona se cultivaba con esmero, mientras que la ribera no se trabajaba. Alguien apunta que desde Diera salía un camino hacia Bielsa, por el Penaleto o Penareto…
En Diera, que es una composición ibérica, nos vamos a topar con una forma sumamente interesante. Se trata del adjetivo dia, multitud, gran número. Dice el DRAE que “en realidad no es más que el mismo sufijo –di empleado a veces como sustantivo, pero solamente delante de un adjetivo: dia handi, multitud grande … Sin embargo se dice después de un sustantivo: ongiegiñ dia, la multitud de beneficios”. Pues bien, en Diera vamos a ver la voz dia delante de un sustantivo, lo que nos lleva a una nueva consideración sobre su naturaleza y valor. Parece probable que un antiguo sustantivo dia degenerara, por repetición de uso, hasta un sufijo –dia o –di, al igual que ha ocurrido con otras muchas raíces y, en especial, con tza o tze, montón, gran cantidad, que aparecen constantemente como sufijos. Por otra parte, si afirmamos la existencia de la raíz dia con valor de “multitud o conjunto muy grande”, se abre la posibilidad de que estemos ante el étimo del castellano dia y del latín dies-ei, ya que, semejanza formal aparte, “el día” no es, en el fondo, más que una multitud de instantes, momentos o segundos. Tras dia, el segundo elemento de la composición es erai, variante de erain, acción y efecto de sembrar, y que podemos traducir por sembrar o sembrado.
La unión entre ambos términos se efectúa con elipsis al final del primero, de modo que di(a)erai > diera(i), con apócope de la vocal final. El significado de Diera es “multitud de sembrados”. La contraposición entre Espierba y Diera sería: Mientras que en Espierba no se trabaja el lugar bajo, el alto, Diera, tiene multitud de sembrados.
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