Epigrafía
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Como hemos afirmado en alguna ocasión, la lengua ibérica, sin dejar de ser esencialmente aglutinante, muestra algunos conatos de flexión, diríamos que los imprescindibles para la comprensión segura del mensaje transmitido. Un texto como “el aliento o ánimo de Vd. a mí” exige ineludiblemente declinación en los pronombres y, por ello, es en este campo de los pronombres personales y posesivos donde los ejemplos son más abundantes: ni, eni, nire o nere valen, respectivamente por yo, a mí (para mí), de mí (mío); i, iri (ire), uen significan, por este orden, tu, a ti (para ti), de usted; de gu (nosotros) deriva gure (de nosotros, nuestro); de zu (vosotros) procede zere (de vosotros, vuestro).
Asimismo, en el campo de la conjugación hay ejemplos de flexión para fijar la persona, el tiempo y el modo. Son muy frecuentes las formas da (es, tiene, está, parece…) y gara (somos, estamos…), 3ª persona del singular y 1ª del plural del presente de indicativo del auxiliar izan. Por otra parte, ya hemos topado con el sufijo temporal –ke, que introduce el tiempo futuro, así como el prefijo verbal ba, que introduce el condicional o la idea de suposición. Recordemos también (zer-be-in – Zerbín, en mi obra El misterio de la Ribagorza) be- , prefijo verbal “compuesto de b, paciente de tercera persona del imperativo y e, que indica ideas remotas”; el sufijo de infinitivo –er que denota proximidad de la acción ((i)tur-(i)b(i)-in-er – Turbiné, “la fuente a punto de hacer regato”, en De Ribagorza a Tartesos).
En este capítulo vamos a encontrar la forma correspondiente a la segunda persona del plural del imperativo del verbo joan, ir, irse, marchar, marcharse, alejarse… Está contenido en el texto grabado en otro colgante que procede también de la Bareia berona, y al igual que en el capítulo anterior, hemos reproducido arriba los dibujos de Juan Cruz Labeaga en Arqueología Navarra/14/:
A). Trascripción.
Z-A-GA(KA)-DI(TI)-O-A-Z
B). Secuencia.
ZAGATIOAZ
C). Lectura.
Zaga-ti oaz.
D). Análisis morfológico.
Zaga: n.: carga, pesar.
-ti: sufijo derivativo que indica frecuencia, abundancia, conjunto. En ocasiones como la presente queda perfectamente traducido, simplemente, con el nombre en plural.
oaz: v. joan, irse, marcharse. Oa es el radical, para el imperativo, de este verbo y significa, por consiguiente vete. Pero aquí la segunda persona está en plural, lo que se logra mediante el sufijo –z, que según el DRALV es “sufijo verbal pluralizante. De dago, está, dagoz, están”. En consecuencia, de oa, vete, oaz, idos, marchad, alejaos.
E). Análisis fonético.
1. Unicamente constatar, una vez más, la inexistencia en la lengua ibérica de signo alguno representativo de h, ya muda, ya aspirada, En vasco es normal la forma oha.
F). Traducción literal y traducción propia.
“Vosotros, pesares, ¡ marchaos!.
“Las penas ¡ fuera!.
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