Epigrafía
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La antiquísima ciudad de Osma (El Burgo de) tuvo, sin duda, una gran importancia en la primitiva Iberia. Con el nombre de Uxama Argela aparece ya citada en el Itinerario Antonino, y estaba situada en la vía de Asturica a Cesaraugusta per Cantabriam. Citada también en el anónimo de Ravennate.Se emplazaba en lo alto de un amplio y elevado cerro (El Cerro del Castro), alcanzó una extensión de 30 Has. y sabemos que fue destruída por Pompeyo tras las guerras sertorianas. Fuerte, elevada y orgullosa, desafiaba no sólo a los enemigos sino tambien a los fríos vientos del N y NO: no es nueva ni casual la fama de frías que tienen las tierras sorianas, pues junto al topónimo ibérico Ozili (la Medina Ozilis árabe), literalmente “la ciudad del frío” ( de otz, frío, e ili, ciudad o población) el complemento de Uxama, Argela, insiste en la misma idea.
Como ya dijimos a propósito de Intercatia, el profesor Juan L. García Alonso, en su muy valiosa obra La Península Ibérica en la Geografía de Claudio Ptolomeo, se deja conducir al desastre interpretativo por la fiebre celtista, el método comparativo y el seguidismo de errores ajenos. Veamos qué nos dice respecto a las etimologías de Uxama y Argela: “Uxama, “la muy elevada”, es un topónimo claramente celta, con un sufijo de superlativo característico, como ya vimos a propósito de Uxama Barca de los autrigones y que aparece en otros nombres de lugar hispano-célticos como usamos, letaisama y sekisamos en monedas celtíberas. La primera parte procedería de ups…y sería comparable al galés uchaf, con igual significado. No obstante hay que señalar que hay dos formas distintas del sufijo, -isamo y –samo, de donde Uhs-sam-a pero Seg-isam-a… La razón de todo esto no parece estar muy clara, aunque hoy nadie duda de la celtidad de Uxama ni de su análisis como superlativo”. “Argaela está formado por la misma raíz arg- , brillante, que entra a formar parte del sustantivo céltico argant-(o), plata, y tenemos también un sufijo que nos recuerda bastante al del topónimo astur Argenteola. Existe, como ya vimos, algunos paralelos británicos tanto para la raíz de Uxama como para el sufijo de Argaela”. “Así pues, Uxama Argaela es un topónimo céltico en sus dos componentes, algo que se presenta de una forma particularmente clara con Uxama. La raíz de Argaela también entra dentro del repertorio de raíces antiguo europeas, pero parece más acertado inclinar la balanza del lado céltico. No hay nada en contra de ello y sí a favor: acompaña al claramente céltico Uxama, es un topónimo de los arévacos, la raíz y su uso toponímico son bien conocidos en el mundo céltico”.
En este estado de la cuestión, introducimos el estudio de la tésera de identidad de Uxama, tomando su dibujo de la página 634 de la obra Iberos, de J. Pellón, ya citada:
Del estudio conjunto de los tres elementos, dos topónimos (Uxama, Argela) y un texto epigráfico, podrían resultar, en principio, estas tres soluciones:
1. Que los topónimos sean célticos y escrito en lengua celtíbera el texto epigráfico.
2. Que topónimos y texto sean ibéricos.
3. Que el texto esté escrito en lengua ibérica pero, aun así, los topónimos sean célticos, lo que se explicaría por un proceso cultural de iberización.
Es absolutamente cierto e indiscutible que no existe la lengua celtíbera, que es un infundio insostenible, tal como hemos demostrado hasta la saciedad y tal como lo confirmamos cada vez que analizamos un texto o topónimo del área “celtibera”. Debemos desechar, por tanto, la opción 1. Pero, ¿cabe aceptar la 3, esto es, que pese a que la tésera esté escrita en genuina lengua ibérica, los topónimos fueren célticos como consecuencia de un primitivo poblamiento celta y una posterior expansión de la lengua y cultura ibéricas?. Tampoco. Veamos los topónimos:
Uxama.- Es una composición iberovasca, cuyo primer elemento es uts (variantes us, ux), que significa “carente”, “privado de”, “que carece”; el segundo elemento es amai, fin, conclusión, extinción, fallecimiento. La composición ux-ama(i), que presenta caída de la vocal átona final, es una yuxtaposición necesaria (imposibilidad de elipsis al final del primer término), y ofrece un paralelismo perfecto con amai-baga, sin fin, eterno (DRALV). En conclusión, “la que carece o no tiene fin”, y, en traducción más libre, “la ciudad eterna”.
Argela.- Forma esta perfectamente documentada en Uxamargela, junto a las modificadas Argaela, Argelai. Es una composición iberovasca más sencilla, si cabe, que la anterior. El elemento substantivo es ara, tierra, tierra de cultivo, pero que tiene una acepción más amplia de “área”, “conjunto de tierras”, “zona”. El elemento subjuntivo es gela, participio del verbo gela(tu), y que significa “heladas” o “frías”. En la unión o sutura hay elipsis al final del primer término, ar(a)gela,, y su significado, diáfano, “las tierras frías”.
Uxama Argela o Uxamargela.- Dado que Argela actúa como un complemento determinante de lugar, la traducción conjunta, plenamente coherente, es “la ciudad eterna de las tierras frías”.
La interpretación del texto epigráfico, muy sencilla, es la siguiente:
A). Trascripción.
U-S-M-DA(TA)-M-A-GA(KA)-GA(KA)-R.
B). Secuencia.
USMDAMAKAGAR
C). Lectura.
Ux(a)m(a)- ada(r) maka gar(a).
D). Análisis morfológico.
Uxama: n. propio: la que carece de fin.
-adar: sufijo que indica origen: rama, serie de personas que traen origen de un mismo tronco. Uxama-adar, vale, por consiguiente, por “naturales u oriundos de Uxama”, “uxamienses”.
maka: adj. calificativo: orgullosos, vanidosos.
gara: v. izan, 1ª p. pl. pr. indic.: somos.
E). Análisis fonético.
1. Es muy interesante la forma Uxm a que queda reducido el topónimo Uxama. Para empezar, el signo ibérico representa tanto /s/ como /x/, de donde se sigue la pervivencia en vasco antiguo de us y ux indistintamente. Después, Uxama, trisílaba y con repetición de /a/, es supuesto muy propio para la haplología de la primera /a/. Finalmente, las reglas de la acomodación imponen la elipsis al final del primer término, sin que la privación de esta segunda /a/ implique dificultad alguna ya que el segundo término empieza también por /a/, y acude en “apoyo” del primero, tan mutilado.
2. En el encuentro –ada(r)-maka hay elipsis al final del primer término.
3. En gar(a), verbo siempre al final de la oración, observamos caída de la vocal átona final.
F). Traducción literal y propia.
“Somos naturales de Uxama orgullosos”
“Somos orgullosos uxamienses”.
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