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Yosa – 1, 2 y 3 (132)

Altoaragonesa

En los últimos meses, hemos dedicado una serie de trece capítulos a la toponimia del Sobrarbe , otra de seis a la del Alto Gállego y, al fin, llegamos a la Jacetania con un topónimo, Yosa de Garcipollera, al tiempo que recordamos las dos comarcas anteriores con Yosa de Broto y Yosa de Sobremonte.

YOSA DE BROTO.- Lugar hoy despoblado, situado a la orilla derecha del Ara, a 1.361 m. de altitud. Ayuntamiento en 1.834, se unió a Oto en 1.845. En 1.970 todavía conservaba dos habitantes. De él nos cuenta Madoz lo siguiente: “Situado cerca del Pirineo en una montaña bastante elevada; su clima es frío pero sano. Tiene 7 malas casas; iglesia parroquial (Santiago) servida por un cura rector de provisión real en concurso, y buenas aguas potables. …El terreno es sumamente áspero y montañoso. Los caminos son vecinales y malos. Produce trigo, centeno y pastos; cría ganados y caza de varios animales. Las producciones no bastan para el consumo, por cuyo motivo emigran todos los años la mayor parte de los naturales a Francia y otros puntos. Población, 20 vecinos, 215 almas”.

José Luis Acín Fanlo, notario último de tantas soledades, nos cuenta (Paisajes con memoria, pág. 86): “Siguiendo el curso del río surge Broto y Oto, población esta última de la que arranca el camino que, poco a poco, y a través de un viejo y bello sendero en medio de un frondoso bosque, asciende hasta el abandonado Yosa de Broto, a cuyos muros se llega también desde Otal una vez pasado el alto collado  que los separa. Mirador incomparable de todo el entorno, de ambos lados de Sobrepuerto y del Valle del Ara, encaramado y enclavado en una pequeña llanura, rodeado de unos escalonados y pronunciados bancales –fajas – realizados en todo lo ancho y alto del monte, en el que sobresale, como un faro del lugar su iglesia parroquial de dos naves separadas por un gran arco y terminadas en cabecera recta…Desde ésta (la iglesia), una calle presidida por el crucero se adentra en el pequeño pueblo, donde, pese a la ruina, y, a la vez más nutrida vegetación, se aprecian elementos y características de la arquitectura tradicional de la zona, tales como patios, alguna que otra chimenea, o las fachadas de las casas, últimos testigos de la vida que antaño hubo. Además las bordas situadas en los alrededores, los marcados caminos y las sorprendentes paredes de sus bancales de piedra, levantadas, piedra a piedra, sin otro material”.

Retengamos los párrafos subrayados.

YOSA DE SOBREMONTE.- Lugar de 24 habitantes, a 6 kms. de Biescas y a 1.210 m de altitud. Si tenemos en cuenta que Biescas se emplaza a 875 m, la carretera salva un desnivel de 335 m. en 6 kms.(5 en realidad) lo que da idea de la importancia de la subida. No lo da a entender así la reseña contenida en el Madoz, en 1.845-50, que dice: “Es cabeza de ayuntamiento a que se hallan agregados Aso de Sobremonte y Betés. Situado en un llano a la derecha de un barranco que baja de Aso; su clima es frío pero sano. Tiene 47 casas, la consistorial y cárcel; iglesia parroquial (San Urbez), matríz de Aso y Betés… y buenas aguas potables. …El terreno es árido y escabroso; por él corren las aguas del barranco que hemos dicho baja de Assó, llamado Arás. Los caminos son locales y de herradura. Produce trigo, centeno, avena y algunas frutas; cría ganado vacuno exclusivamente y en corto número y caza de varios animales. Población 12 vecinos, 74 almas”.

Con mayor detalle en lo que a nosotros nos interesa, F. y A. Biarge, Valle de Tena. Tierra de Biescas y Valle de Ossau, ´pag. 315, nos explican: “Biescas (875 m). Dirección Valle de Tena, a un kilómetro, desvío señalizado a la izquierda hacia Aso, Yosa y Betés. Carretera asfaltada en ascenso, plano inclinado en diagonal que disfruta de buenas vistas sobre la población y el valle del Gállego. Doble curva que gana altura a la pendiente. A mitad del tramo recto, a mano izquierda, sale o termina la pista que recorre la orilla izquierda del barranco de Arás… En la siguiente curva a la derecha se vislumbran con claridad, al otro lado del barranco, las Señoritas de Arás, en el talud de la morrena lateral glaciar. Más arriba, en la curva a la izquierda, sale a la derecha la pista de tránsito restringido al barranco del Puerto. Ya en el altiplano superior…” el primer desvío a la derecha nos conducirá a Betés; de frente encontraremos una bifurcación: a la derecha hacia Aso, a la izquierda, tras cruzar el puente sobre el barranco de Arás, Yosa de Sobremonte.

Muy interesante el fenómeno, que acabamos de mencionar, de las Señoritas de Arás: “Conocidas en la zona como O Cura y A Casera. Estas columnas, que tienen una altura entre 15 y 20 metros, poseen un gran interés paisajístico y geomorfológico, ya que no existen otras de un tamaño igual en todo el Pirineo aragonés. Se encuentran en la margen derecha del barranco de Arás y las podemos ver desde la carretera de Sabiñánigo a Biescas. Se trata de dos monolitos de materiales morrénicos, cuya parte superior, formada por sendos bloques de cuarcita, protege al resto del monolito compuesto por materiales arcillosos y por tanto más fácilmente erosionables, lo que hace que adquieran un aspecto de aparente fragilidad e inestabilidad. Estas estructuras geológicas reciben el nombre de Chimeneas de Hadas o Dames Coiffées (Damas con Toca).”(Valle de Tena y Tierra de Biescas, Federación Aragonesa de Montañismo-Prames).

Recordemos los párrafos subrayados.

YOSA DE GARCIPOLLERA.- En la carretera de Jaca a Francia por Somport, a la altura de Castiello de Jaca, sale por la derecha la carretera del Valle de Garcipollera, que se mantendrá asfaltada hasta Villanovilla. Este valle, a cuyo topónimo dedicaremos un capítulo, se identifica plenamente por tres factores: el primero, geográfico, por se la cuenca del río Ijuez, que ya estudiamos en su día; el segundo, religioso, por la devoción a la Virgen de Iguacel y la romería anual; el último, económico, por la ruina y la destrucción que se han cebado en el mismo, hasta convertirlo en Reserva, con pinos replantados y ciervos importados por doquier. Resulta doloroso el maltrato recibido por lugares como Acín, Larrosa, Bergosa, Yosa…

De Yosa de Garcipollera existe una primera mención en 1.218, cuando se cita a un tal Johan de Iosa. Ayuntamiento en 1.834, pronto se unió a Bescós. Madoz nos decía que está situada en una altura y que tiene 14 casas. José Luis Acín nos relata su visita: “Desde Bescós, aproximación a las ruinas, a los casi escombros a que se ha reducido Yosa de Garcipollera por acción del hombre. Completamente arrasado y convertido en un auténtico pedregal, un amasijo irreconocible e informe de piedras, en los que solo subsisten en pie algunos muros denunciando lo que fueron anteriormente casas, pajares y algún que otro horno de pan; como único ejemplo queda en pie la borda de las afueras. Ruina generalizada que también ha alcanzado a la iglesia románica…”

Yosa, en la orilla derecha del Ijuez, se sitúa a 1.061 m de altitud. El cauce del río, separado en línea recta apenas por un km. de distancia, discurre allí por la cota 880. Pese al necesario y fuerte serpenteo, en tan corto espacio la subida resulta muy fuerte.

El topónimo Yosa responde en todos los casos al emplazamiento en alto de los lugares y a la fuerte subida que hay que salvar. “Subida” en vasco antiguo se decía iotze. Tengamos en cuenta, como ya hemos explicados en diversas ocasiones, que la lengua ibérica no disponía de consonantes dobles como tz, y que ésta procede de z; en consecuencia, iotze < ioze. Por otra parte, a este nombre viene a aglutinarse el artículo a, siempre al final de la composición, cuyo género se adapta al del sustantivo, en este caso la. La acomodación se efectúa con elipsis al final del primer término, de modo que ioze+a > ioz(e)a – iosa – yosa. En los tres lugares contemplados, Yosa significa “la subida”.

Luce aquí, espléndido, un corolario que venimos proponiendo en toda nuestra obra: “Un pueblo que habla una misma lengua, ante hechos o situaciones idénticas, aún a grandes distancias, crea topónimos iguales”. Son los “isotopónimos” o parónimos, de los que encontraremos una inmensa cantidad de ejemplos esparcidos por toda Iberia, alguno tan sorprendente y hermoso como Madrí (peña en el término de Campo) y Madrid, capital de España.


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© Bienvenido Mascaray bmascaray@yahoo.es

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