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Trebiño (112)

Altoaragonesa

 Cuando llegamos a Adahuesca (¡vaya perogrullada de nombrecito con que se sustituyó el auténtico de Abosca!) procedentes de Abiego, vemos a la derecha un cartel que nos indica la ruta hacia Treviño (escrito con v, no se sabe bien porqué, quizá porque se parece a vino, ya de venir, ya de beber). El camino, al principio pavimentado como una calle, pronto presenta piso de tierra, si bien, ancho, llano y bastante liso, no presenta dificultad digna de mención. Poco más adelante, una bifurcación bien señalizada: al frente, hacia el antiguo monasterio, hoy ermita de Trebiño; hacia la derecha, a Las Fuentes. Ambos destinos están muy próximos a esa bifurcación y requieren nuestra visita para interpretar correctamente el topónimo.

Del monasterio de Nuestra Señora de Trebiño solamente ha llegado hasta nuestros días la iglesia, levantada a finales del siglo XIII, de estilo románico tardío. Todo lo demás, claustro incluído, fue derribado en el año 1.965 por amenaza de ruina. De ella leemos en Parque Cultural del Río Vero, editado por Prames (pág. 62) lo siguiente: “De una nave y cabecera poligonal, la construcción del siglo XIII se amplió en el XVI con dos capillas laterales. Ménsulas decoradas bajo el alero recorren todo el perímetro y la portada principal, que comunicaba con el claustro hoy desaparecido, luce arquivoltas con relieves y va precedida de un porche gótico. El interior se ornó con pinturas de estilo gótico lineal que representan, entre otros temas, la aparición de Jesús resucitado a María Magdalena”. En la fachada O hay puerta de ingreso con crismón, sobre la cual se abre una hermosa ventana. Por el lado N los cimientos muestran claramente la distribución de las dependencias monacales y del claustro, en cuyo centro se halla un aljibe con canalillo de piedra para salida de aguas. Todo el conjunto aparece dominado por tres soberbios cipreses, que según la tablilla informadora, debieron sustituir a otros tantos laureles. También se aventura la tesis de que Trebiño puede proceder del latín trifinium, pues allí se encontraban las sedes de tres obispados, de modo que, cada uno de los titulares podía sentarse en una mesa común sin salir de suelo propio. Ciertamente que el latinajo, en cuanto a étimo de Trebiño es falso como el alma de Judas; sin embargo, tengo para mí que el nombre primitivo del monasterio, que se tomó del nombre del paraje circundante, fuentes incluídas, empezaba por tri- y no por tre-, por lo que explicaremos a continuación, siendo una pena que la falta de documentación histórica sobre el lugar no nos permita constatar la existencia de la forma Tribiño que debió de ser la originaria.

En la bifurcación antes mencionada, vayamos por la derecha, hacia Las Fuentes. A estas se refería el Madoz cuando decía que “fuera del pueblo, inmediatas al mismo, hay fuentes de aguas saludables que surten a los vecinos y ganados y en años húmedos dejan sobrante para regar algunos huertecitos”. “…un lugar mágico asociado a los ritos del agua, donde las moras o fadas tendían sus ropas al sol y que sigue siendo un rincón fresco y acogedor para descansa” (Parque Cultural del Río Vero, pág. 90). Hay un pozo de los siglos XVI-XVII, y fuente con abrevadero y lavadero.

La voz ibérica tiri, con valor de corriente o fuerza de agua, nos es ya conocida pues nos topamos con ella al estudiar Estrimera (en esta serie) y Setrí (en Baliaride). La regular y constante síncopa de vocal i tras la oclusiva t, seguida aquella de r y de igual vocal, nos conduciría a tri- . Ahora bien : si tiri tiene variantes tira y tire, no cabe eliminar la posibilidad de una nueve variante tere, de la que se seguiría tre-, aunque nos parece más probable que el primitivo Tribiño haya pasado al actual Trebiño por desasimilación. A este elemento sustantivo se une el sufijo –biño, de comparación, normalmente de superioridad, lo que conduce a una cierta ponderación o admiración. En conclusión, tiri-biño (tere-biño) > t(i)ribiño (t(e)rebiño) significa literalmente “más corriente o fuerza de agua” y, propiamente, ¡qué caudal de agua!.


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© Bienvenido Mascaray bmascaray@yahoo.es

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