Toponimia



Inicio > Toponimia > Altoaragonesa > Sangarrén (143)

Sangarrén (143)

Altoaragonesa

Desde Bizient (Vicién) a Sangarrén el recorrido es corto y agradable: regreso a la A-1.212, un par de kms. más por ésta y llegamos al aparentemente desierto pueblo de Sangarrén. El ayuntamiento (un hermoso edificio ciertamente) está cerrado, por las calles del lugar no se ve un alma, una llamada Asociación cultural Cherada no me resulta más útil; sólo el ruidoso y huesudo crotorar de las cigüeñas en los tejados de la iglesia rompen el silencio y parecen enmarcar las horas en la vida de las gentes. Al fin, una señora pasa con su hijo y me dirijo a ella para comunicarle que tengo necesidad de hablar con alguien sobre arena y grava; muy atenta, me acompaña hasta una casa próxima, llama y, cuando sale otra señora, hace la presentación. Esta segunda, enseguida me dice que, quien sabría contestarme es su marido que no está en Sangarrén, y es que se me ha ocurrido venir en la peor fecha del año, pues son las fiestas de Huesca y todo el mundo ha ido allí. Me indica, no obstante, el domicilio de otro posible informante que, indefectiblemente, aparece cerrado a cal y canto. De nuevo a solas con las cigüeñas, continúo con mi deambular hasta que, en un domicilio particular, oigo el rumor de una conversación. Con toda prudencia y suficiente distancia, lanzo mi ¡Buenos días! a modo de llamada y, al fin, la suerte me favorece: un señor, ya jubilado hace años, me atiende, me acompaña para ver lo que me interesa y me da explicaciones oportunas. Pero siempre me persigue la misma idea: con una ayuda mínima, simplemente con facilitarme el contacto con informantes idóneos, por parte de algún organismo oficial (Diputación, Comarca, Municipios…) mi trabajo se multiplicaría al menos por cinco y, en breve tiempo, el estudio toponímico-cultural del Altoaragón cobraría una dimensión muy considerable.

De Sangarrén se da una muy breve descripción en la obra Comarca de Los Monegros, Territorio 22, brevedad que no impide dar acogida a alguna solemne tontería. Dice así: “ La importancia de la romanización de Sangarrén está presente desde el origen del topónimo hasta en los restos de una antigua villa romana del siglo III, un azud y dos acueductos que irrigaban cientos de hectáreas de tierra. En la localidad puede visitarse también la iglesia parroquial de S. Francisco de Asís, del siglo XVIII, y el castillo, actualmente ayuntamiento, de los siglos XIV-XV y restaurado entre 1.990 y 1.999. En la actualidad se contabilizan 289 habitantes que celebran sus fiestas mayores el 4 de octubre en honor de S. Francisco de Asís, y el 15 de mayo, S. Isidro”. Más extensa y rigurosa la descripción de Adolfo Castán en Lugares del Alto Aragón: “Lugar y municipio de 252 habitantes, a 379 m de altitud. Acogía 441 h. en 1.900. Accesos desde Huesca y Grañén. En 1.083 Sancho Ramírez concedió a San Juan de la Peña las parias que pagaban los de Sangarrén. Casco urbano en terreno casi llano con calles radiales a la plaza central. A orillas de la carretera, barrio expansivo moderno. Entre sus construcciones despunta casa Azcona – sillería y ladrillo – y un palacete señorial que tuvo recinto amurallado, ahora convertido en casa consistorial; en la planta baja se respetó una magnífica sala con arcos apuntados y el sótano, también con arcos diafragma; debe de ser del siglo XVI. La parroquial de S. Francisco es del siglo XVIII: tres naves de testero común, cubierta con lunetos la central y variadas las laterales –cúpulas, vaídas, crucería y estrellada – ; esconjuradero en el lado del evangelio y cripta. Acueducto que recoge agua del azud de Buñales…; es de doble canal, uno sobre arcos de medio punto y el otro sobre arcos rebajados; ambos poseen tajamares en las pilas y conectan en una caseta tajadera;la obra más antigua puede ser del siglo XVI.Tuvo molino harinero. Restos de una villa romana en la partida Maró”. Por su parte, el Madoz nos da un par de notas interesantes: “Situado en un llano a la margen derecha del río Flumen, con buena ventilación y clima insalubre, propenso a fiebres intermitentes, a lo cual contribuye la mala calidad de las aguas potables, y las pantanosas de dos estanques próximos…”

El topónimo Sangarrén tiene bastante fijeza ya desde su mención inicial: el 28 de abril de 1.083 el rey Sancho Ramírez de Aragón concedió al monasterio de S. Juan de la Peña las parias que pagaban los de Sangarrén. El 5 de marzo de 1.100 Pedro I de Aragón concedió al monasterio de S. Juan de la Peña la cuarte parte de Sangarrén. En 1.100 Pedro I de Aragón señaló los términos entre Sangarrén y Vicién. En mayo de 1.101 Pedro I de Aragón recuperó del monasterio de S. Juan de la Peña la cuarta parte de Sangarrén (Antonio Ubieto Arteta, Cartulario de S. Juan de la Peña y Colección diplomática de Pedro I). La posible dificultad en mi trabajo no procederá pues de la fijación del nombre primitivo ni, como veremos, en su interpretación. Radicará, más bien, en la comprobación sobre el terreno, tampoco excesivamente difícil, pero que exigirá una larga explicación previa, que haremos de la mano del excelente trabajo de Carlos Sancho Marcén, Geología y relieve de Los Monegros, en las págs. 25 y ss. de Comarca de Los Monegros, Territorio 22, del que entresacamos lo siguiente:

“Depresión presomontana de Sariñena.- Al noreste de los relieves de la sierra de Alcubierre se ha excavado, por un mayor encajamiento de la red de drenaje, una extensa zona deprimida topográficamente, denominada Depresión presomontana de Sariñena (Mensúa e Ibáñez, 1.977), aprovechando la poca resistencia del sustrato geológico constituido por lutitas y areniscas de la Formación Sariñena. Esta depresión está drenada por los ríos Flumen y Guatizalema que se unen al Alcanadre como nivel de base situado a 200 m en su cota más baja (Sena-Villanueva de Sigena). Si tenemos en cuenta que la altura de la sierra de Alcubierre supera los 800 m, y considerando que no existen movimientos verticales de importancia que afecten al sustrato geológico, la actividad erosiva de la red de drenaje ha excavado del orden de 600 m de serie estratigráfica. Aunque este desmantelamiento erosivo se ha producido de manera continuada a lo largo del tiempo, ha sufrido pequeñas detenciones que coinciden con el desarrollo de la acumulación de terrazas fluviales, durante el cuaternario (últimos 1,7 millones de años), asociadas con los ríos anteriores. Se pueden diferenciar distintos niveles aterrazados a 10-15, 20-25, 35-40,50-60, 70, 100 y 180 m de altura con respecto a los cauces actuales de los ríos… La formación de estas terrazas parece relacionarse con una intensa descarga de agua y sedimentos en las zonas de montaña pirenaicas durante las etapas glaciares cuaternarias. Estos sedimentos eran retomados por las arterias fluviales y redistribuidos en las zonas llanas formando amplios lechos fluviales que constituyen las terrazas. Los depósitos de las mismas están constituidos por 3 y 8 m de gravas bien rodadas alternando con algunos niveles de arenas y limos. Presentan estructuras sedimentarias propias de canales fluviales entrelazados con desarrollo de barras longitudinales y zonas restringidas. Entre cada dos etapas de aluvionamiento fluvial continuaba el encajamiento generalizado de la red fluvial”.

En Sangarrén son muchos los propietarios de fincas que han visto en ellas grandes depósitos aluviales de gravas y arenas; unos han contratado una concesión para su extracción y aprovechamiento, otros han llegado a vender las fincas para el mismo fin. Esta situación viene desde muchísimo tiempo atrás, y mi informante recuerda la carga de volquetes tirados por mulos para su transporte hasta ciertas obras, como un azud. Las fincas solían allanarse, pero la llegada del regadío en algunas de ellas presentaba el problema de que el agua tan apenas corría, al ser engullida a grandos tragos hacia el subsuelo. Podría pensarse que todo esto ocurría tan solo en las orillas del río o en las proximidades del cauce, pero no es así. Mi informante me acompaña hacia el este de la población donde una zona bien urbanizada y ajardinada se ve dominada por un gran edificio, antiguo ayuntamiento hoy desocupado según me cuentan. Lo sobrepasamos por un costado y, ya delante de él, miramos hacia el Flumen que se delata con la abundante vegetación de ribera; mi informante me dice que la orilla más lejana (izquierda hidrográfica) es conocida como Allá ´l Río, y señalando una zona determianada, me dice: “¿Vé arriba, un poco a la izquierda, una zona de la que salen brillos o destellos?. Es el vertedero del lugar, y justamente al lado hay una enorme gravera de la que se han sacado muchos camiones de grava y arena”. Resulta evidente de que estoy ante una de aquellas terrazas con lechos aluviales, de las que habla Carlos Sancho Marcén, la cual se encontrará, calculo muy aproximadamente, unos 30-35 m más elevada que el cauce actual del Flumen.

Sangarrén es una composición de la lengua ibérica, con tres elementos o formas, muy regular y, por ello, sencilla. El primer elemento es sanga, traducido por el DRAE por “zanja”, “foso”, que muy bien puede extenderse al valor de “barra”. El segundo es el muy conocido y repetido are, arena. La unión entre ambos se efectúa mediante elipsis al final del primer término, con encuentro de vocales iguales: sanga+are> sang(a)are. El tercero y último es el consabido pronombre relativo n, el que tiene. En este caso la acomodación se efectúa por yuxtaposición necesaria. Hay reforzamiento o palatalización de la consonante vibrante simple apicoalveolar sonora /r/ hasta /R/, vibrante compuesta apicoalveolar sonora, de modo que sangare-n > Sangarrén. El significado, evidente y perfectamente descriptivo, es “el que tiene zanjas de arena”.


Temas: , , , , , ,

 

Desarrollo: Interesa.es

© Bienvenido Mascaray bmascaray@yahoo.es

RSS