Toponimia
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Cuando en el nº 112 de esta serie, dedicado al topónimo Trucho, nos referíamos al arte rupestre de la cuenca del río Bero (esta debe ser la grafía correcta para quienes quieran actuar con fundamento y razón y no al dictado de una pretendida autoridad tan antigua como ignorante), anunciábamos que tendríamos que volver sobre el tema a propósito de topónimos como Arpán, Chimiachas, Quizans, Barfaluy, Mallata… Ha llegado pues el momento prometido.
El Parque Cultural del río Bero, Patrimonio Mundial, debe su creciente prestigio y conocimiento a una amplia serie de consideraciones: en primer lugar, el gran número de abrigos (más de 60) con pinturas; después, un simbolismo difícil de interpretar, que nos conduce inexorablemente al mundo de la magía, de las creencias, de la cultura de los autores; en ocasiones, una gran belleza formal, como en el espléndido ciervo del barranco de Chimiachas o en el del refugio de Arpán. Pero sobresalen, sobre todos, estos dos factores: 1º, la antigüedad, que en el yacimiento de la Fuente de Trucho, puede alcanzar hasta los 22.000 años, en pleno Paleolítico, y las únicas de este período en Aragón; 2º, la presencia de todos los períodos del arte rupestre, ya que al paleolítico sigue en el tiempo el levantino que perdura hasta el quinto milenio a. de C., (si bien hay una dilatada solución de continuidad entre uno y otro) y, finalmente, el arte esquemático propio del hombre neolítico. Las pinturas rupestres de las cuevas de Quizans corresponden a este último período.
La datación de un yacimiento arqueológico o de una manifestación pictórica suscita siempre algunas cuestiones muy interesantes. En primer lugar, esos yacimientos, esas galerías pictóricas al aire libre ¿fueron nombradas, bautizadas, “anominadas” (anominar es una voz que debiera reconocer la Academia en el sentido de acción de aplicar un nomen a algo no nombrado hasta el momento, pues es más idónea y expresiva que cualquier otra del Diccionario) por los propios y primitivos residentes o artífices?. En un primer momento, la respuesta es contundente: dado que la lengua primitiva de Iberia o Ispania va ligada al hombre neolítico, los yacimientos y manifestaciones culturales anteriores al VIII milenio a. de C. (umbral primero de la civilización neolítica en la Península) no pudieron ser anominadas por sus protagonistas; esto es, todas las manifestaciones y restos del Paleolítico y Epipaleolítico (Altamira, Atapuerca, Lascaux, Trucho, etc.) fueron nombradas varios milenios después. Pero, viniendo ya al período neolítico, la respuesta sigue siendo negativa: hay, con toda evidencia, una identificación y descripción que soslaya, que no tiene en cuenta, en muchas ocasiones, aquellos restos y pinturas que para nosotros tienen tantísimo valor, como se observa, por ejemplo, en el topónimo Trucho < ituri-txo, “la fuente pequeña”, elemento identificador plenamente descriptivo y fundamental, pero que desatiende otros (manos en negativo, osos, caballos, hogares para cocción y calentamiento, etc.) que constituyen la esencia del hábitat. Incluso, cuando el topónimo identifica y describe tales restos del pasado, se abre siempre un foso temporal, una distancia que denota la apreciación a posteriori, la separación entre el hecho primitivo y el observador que anomina. Un clarísimo ejemplo de este fenómeno es el topónimo Son Matge, en Mallorca: con dataciones muy exactas que se remontan al 4.730 a. de C., varios miles de restos óseos (se recuentan las cabezas de fémur) demuestran la presencia de otros tantos individuos (unos 6.320) durante un largísimo período de tiempo; el observador describe lo más llamativo del conjunto, y esto es, ante todo, un inmenso cúmulo de calaveras obviamente “sin carrillos” y con la mandíbula inferior separada: matail o matal-ge > mat(al)-ge, Matge, “sin carrillos o calaveras”. La misma separación temporal entre el autor o protagonistas y el descubridor o anominador vamos a encontrar en Quizans.
Para la descripción y valoración de Quizans seguiremos el magnífico trabajo de Vicente Baldellou, A. Painaud y Mª. J. Calvo titulado Las pinturas esquemáticas de Quizans y Cueva Palomera (Alquézar, Huesca). Los abrigos de Quizans “representan, junto a Cueva Palomera, los únicos exponentes pictóricos señalados en la margen derecha del río, área tan explorada como la contraria, pero que ha proporcionado unos resultados muy inferiores. La partida de Quizans se ubica aproximadamente a medio recorrido de los cañones del Vero, sobre Las Clusas, en una zona elevada que constituye una magnífica atalaya para observar el cauce fluvial. En la cresta de roca caliza que bordea la cima del Tozal de Los Tiestos (1.112 m) se abren varios covachas con la boca hacia Mediodía, en uno de los cuales hay una surgencia de agua permanente de escaso caudal. Las cavidades se prospectaron íntegramente, excepto las que no ofrecía posibilidad de acceso, localizándose manifestaciones pictóricas en dos de ellas. Los abrigos de Quizans, sitos al N-NW del pueblo de Alquézar, pertenecen a Monte Radiquero y al término municipal del primero, siendo el núcleo de San Pelegrín, hoy abandonado, el asentamiento humano más próximo.
A) QUIZANS I. Se trata de un vasto abrigo conocido con el nombre popular de Corral del Abogado, el cual presenta aún un muro de piedra seca, levantado con el fin de utilizar la cueva como refugio para encerrar ganado. De dimensiones bastante grandes (más de 23 m. de boca por 10,50 m. de profundidad máxima), contiene un único panel de pinturas situado casi al fondo de la cavidad, protegido en la actualidad con una instalación de verjas. Descripción de las pinturas: Salvo dos figuras animalísticas, las otras representaciones del panel las configuran simples digitaciones, trazos, manchas y restos ilegibles. El color utilizado es el rojo, en dos tonalidades distintas… 1.Cérvido… 2. Cáprido(¿)… 3. Digitación… A su izquierda pequeño trazo discontinuo. 4. Restos…Grupo de tres restos de pintura de imposible interpretación. 5. Restos… Conjunto de restos muy desvaídos… 6. Digitaciones… Tres digitaciones… 7. Mancha… 8. Digitaciones… la superior y la inferior, las intermedias… 9. Digitación… 10. Digitaciones y manchas. Dos digitaciones…Más abajo hay tres restos indescifrables… 11. Digitación… 12. Digitación… 13. Trazos… Conjunto de tres trazos sinuosos… 14. Restos… Dos restos muy pequeños… A 25 cm. a la izquierda de la mancha 7… pueden observarse restos muy perdidos de pintura, absolutamente ininterpretables.
B) QUIZANS II. Pequeña covacha de 7,80 m. de boca por 4,30 de profundidad, en la que sólo se distinguió una figura pintada. Otras manchas perceptibles son oxidaciones naturales. Está enclavada al Oeste de Quizans I y a unos 30 m. de distancia de la misma”.
Hagamos por nuestra parte dos consideraciones:
1ª. En sentido amplio pero absolutamente propio, en Quizans I, y excepción hecha de las dos figuras animalísticas, todo el conjunto restante de digitaciones, restos, manchas y trazos, puede subsumirse en el concepto “mancha”.
2ª. Siempre sin aquellas figuras, el recuento cuidadoso de “manchas” asciende a 25, sin incluir los muy desvaídos o muy perdidos.
Quizans es una composición de la lengua ibérica integrada por el sustantivo kiza y el adjetivo aniz. El enlace se efectúa mediante elipsis al final del primer término con encuentro de vocales iguales: kiza-aniz > kiz(a)aniz y después kizan(i)s. Esta última elipsis de (i) requiere una consideración más extensa. La fuerza de compresión interna de la lengua ibérica se manifiesta en una amplia pero bien determinada serie de fenómenos fonéticos que buscan el acortamiento del texto con disminución silábica. De estos fenómenos una parte afecta a las vocales, ya mediante caída de la vocal átona final, ya por elipsis de la vocal que sigue a una consonante oclusiva y que precede a una r seguida de igual vocal (gara > g(a)ra), ya mediante reducción de hiatos y diptongos; ya, por último, mediante haplología de i en posición casi final seguida tan solo de una s (z en pronunciación apicoalveolar) de tal modo que se configure un grupo consonántico ns o ls perfectamente pronunciable. Recapitulemos algunos ejemplos ya contrastados de esta haplología de i :
Oncins < onzi-in-iz > onzin(i)z = oncins.
Alins < al-in-iz > alin(i)z = alins.
Suils < su-il-iz > suil(i)z = suils.
Bibils < bihi-bil-iz > bibil(i)z = bibils.
Ansils < aunz-il-iz > anzil(i)z = ansils.
Quizans < kiza-aniz > kizan(i)z = kizans.
Kiza significa “mancha, mota, cosa menuda”. Aniz vale por “muchas”. Así pues, Quizans viene a significar “muchas manchas o motas”. He aquí la descripción del ibero que observa la labor pictórica de sus antepasados en la pared de la cueva, probablemente varios milenios después de su realización. ¡Qué larga y hermosa es nuestra historia!. Si fuésemos capaces de interpretarla correctamente…
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