Toponimia
Inicio > Toponimia > Altoaragonesa > Miz (115)
Es un lugar común, entre altoaragoneses, hablar del drama de la despoblación, del éxodo rural y sus consecuencias, del desarraigo, del desequilibrio territorial y la desertización; y, sin embargo, cada vez que me encuentro en un pueblo abandonado, experimento las mismas sensaciones de siempre, nunca mitigadas. ¡Cuánto capital humano se ha perdido en nuestra tierra!. Modos de hablar, toponimia menor, costumbres y tradiciones, trabajos, relaciones, sentimientos…En el término de Boltaña, por el que deambulo estos días, he visto Ascaso (número anterior), y hoy, tras Alastrué, otro despoblado, Miz; quiero referirme a los de Morcat, Bibán, Sanbelián (sic), Matidero, Campodarbe, Espierlo, Seso, Silbes…; he estado en el vecino valle de La Solana, donde el panorama es aterrador, pero quizá no tanto como el de La Guarguera, y para acercarme hasta Bara he visto Santa Mª de Belsué, Lúsera, Bentué de Nozito, Used…
Miz ni siquiera alcanzó la categoría de Ayuntamiento en 1.834, cuando tuvo que agregarse a Bara. Luego se les unieron (1.845) los lugares de Abellada, Azpe, Bentué de Nozito y Used. Alcanzó una población de 14 habitantes en 1.857, y quedó despoblado definitivamente entre 1.960-70. en la actualidad se incluye en el término de Boltaña. Se emplaza a 1.067 m de altitud, junto al barranco de su mismo nombre que desagua en el Alcanadre. Dice Madoz que el terreno es algo frío con algún arbolado y yerbas de pasto para ganado menudo. Produce mistura, avena, pocas legumbres y hortalizas; cría ganado lanar y cabrío”. También contamos con el testimonio de Jose Luis Acín: “…se ubica en un pequeño valle en la misma margen izquierda del Alcanadre. Caserío de dos casas, una completamente arruinada y, la otra, aún en pie, de grandes proporciones, que se apoya y se completa por distintos edificios auxiliares que la rodean, entre los que se encuentra la arruinada herrería. Un poco separada se levanta la pequeña parroquial (siglo XVII) de una nave con bóvedas de lunetos y testero recto, en cuyo muro sur se abre la puerta sobre la que se levanta una achaparrada y sobria torre. Recoleto lugar en una pequeña barranquera. Enclave que, para su aproximación sólo conoce los viejos senderos, con caminos de herradura utilizados por antiguos moradores, cada vez más perdidos, por esos habitantes que, en su marcha, dejaron sus enseres y utensilios por ser innecesarios en su nuevo destino. Testigos y testimonios mudos de la anterior vida, ya desaparecida: rueca, devanadera, trillo, collera y otros materiales que nos hablan de su pasado reciente, del modo de vida y del éxodo a que se vieron abocadas y obligadas sus gentes. Últimos enseres de un pueblo, de una cultura que desaparece”.
Pese a su brevedad (los topónimos como Miz, Sin, Bió, Biu, Fet, y otros suelen ser los más arriesgados, precisamente porque la falta de elementos implicados hace más fácil el error absoluto), el topónimo Miz puede resolverse sin ningún género de dudas. Contamos para ello con una valoración coincidente del medio que podemos motejar de árido, pobre, mezquino, duro. Por otra parte, la relación de bienes producidos resulta francamente miserable aún cuando el trabajo haya sido muy arduo y fatigoso. Con estos datos, encontramos dos voces ibéricas que pueden ser perfectamente convenientes.
La primera de ellas es mizkar, que el DRAE define como “paraje poco fértil”. Pero observemos que en ella hay una composición, de la cual el primer elemento es mizk, y el segundo ara, que vale por tierra, terreno, paraje o tierra de labor; en consecuencia, el primero, mizk, significará “poco fértil”. La segunda de las voces fortalece esta primera conclusión, dándole certeza: se trata de mizkin, “volverse mezquino”, según el mismo diccionario. También se trata de una composición de mizk más un segundo elemento que ahora es el verbo in, hacerse, volverse; de lo que resulta que este mizk ha de valer por “mezquino, escasamente productivo o fértil”.
Para terminar, dos observaciones. La primera es que, como hemos explicado muchas veces, la lengua ibérica soporta mal los grupos consonánticos en posición final, por lo que zk > z. La segunda es una nueva comprobación del carácter protético de la m inicial; de ser así, en este caso debe existir una voz sin m, esto es, izk que tenga igual o similar valor; en efecto, existe, y el DRAE la traduce por “pizca, un poquito, ruin, insignificante”. En conclusión, Miz significa “poco fértil, mezquino”.
Entradas relacionadas
Desarrollo: Interesa.es
© Bienvenido Mascaray bmascaray@yahoo.es