Toponimia
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Jinasté o Ginasté tiene en el habla comarcal la forma Chinast que, como veremos, resulta bien propia y fundamentada, y que, además, hace dudar de la procedencia de la tilde en la sílaba final. Se trata de un pequeño lugar perteneciente al municipio de Montanui, de unos 20 habitantes (7 vecinos y 33 almas en 1.845, según Madoz), en el valle de Barrabés. Para acceder a él salimos de Bidaller (Vilaller, según corrupción catalanista) por la N-230 en dirección norte, y a tan solo dos kms. encontramos, a la izquierda, la carretera asfaltada que en 700 metros nos deja en Jinaste. El pueblo, al igual que Binial, Forcat, Bono y Aneto, en la orilla derecha del Noguera Ribagorzana, tiene la espalda bien cubierta por el enorme farallón rocoso que dejó la erosión glaciar, y en la mañana de un domingo de invierno, soleada y tranquila, se disfruta de su magnífica orientación E-SE. En la pequeña plaza de la entrada, un poco en alto, la conversación y la contemplación resultan muy agradables. La unión de la formación rocosa que se extiende por todo el oeste con el fondo del valle, forma una banda de quejigos y monte bajo que, al punto, queda borrada por el trabajo del hombre, que despejó los prados y que siguen bajando, ahora suavemente, hasta el cauce del río; hay paredes y barreras entre ellos, en las que domina la vegetación de ribera, algunos bojes, frutales y zarzas. Un corto camino nos lleva a Binial, a escasa distancia y bien visible. En la orilla izquierda, La Obaga, que sigue perteneciendo a Jinasté, donde se repiten los prados, las paredes y la vegetación. Madoz, que describe muy bien el lugar, dice también que “produce centeno, trigo, cáñamo, judías, habas, arbejas, lentejas, hortalizas y yerbas para pastos; cría ganados de todas clases, en corto número, excepto lanar y cabrío que es más abundante”. Cuando pregunto si hoy sigue habiendo ganado cabrío, la respuesta es firme: “Hoy ya no quedan cabras pero las hubo abundantes hasta hace poco porque el terreno es muy adecuado. En Binial, en cambio, todavía conservan algunas”.
La composición que es Jinaste tiene un primer elemento que es jin, que significa venir, llegar, proceder, tener su origen, ser inicialmente. Y aquí debemos deteneros brevemente:
Decíamos al inicio del capítulo X de nuestra obra De Ribagorza a Tartesos que “La letra j sí representa al fonema fricativo velar sordo /x/, pero también a otros más. Lo explica muy bien el Diccionario Retana, V, 2311: Hoy se halla generalizado su uso –dice- para transcribir sonidos que no siempre ni en todas partes estuvieron representados por ella. Unos ejemplos aclararán el fenómeno. Tomaremos las palabras janari y mendia. Han podido darse dos formas: janari, ianari, yanari, xanari; mendia, mendiya, mendija, mendixa. A cada una de ellas corresponde pronunciación de diverso matiz, conforme a las diferencias dialectales o comarcales. Fin de la cita…. Hemos visto que la africada prepalatal sorda con grafía ch procede en muchos casos de la tx iberovasca. Pero a ese hecho se unió muy pronto, en buena parte de Ribagorza (y aún en otros ámbitos superiores) la transformación de ge-, gi- en che- y chi-, al igual que j, seguida de cualquier vocal, dio ch: Jinaste > Chinast, Juseu > Chuseu, Jaca > Chaca, etc.”.
El segundo elemento de la composición, tras jin, es aztei, contracción de aunztegi (hay reducción del diptongo au > a, como en Ansils y, después, caída de la oclusiva intervocálica en tegi > tei). La acomodación se efectúa por yuxtaposición necesaria, pues un ji(n)aztei resultaría incomprensible. Sigue la caída de la vocal átona final, jinazte(i). La composición resultante tiene la sílaba tónica en la penúltima posición, por lo que la forma actual, según etimología, debería ser Jinaste (llana), tal como lo hace, por ejemplo, el Madoz. De ello resulta la absoluta propiedad de una forma dialectal o comarcal –según hemos explicado- tal como Chinast, con fricativa prepalatal sorda y caída de la vocal átona final. Pido excusas por la forma utilizada en el título, para seguir a la mayoría de los autores y facilitar el reconocimiento al lector; pero dejando bien establecido que son admisibles las formas Jinaste (llana) o Chinast (dialectal), pero nunca Jinasté o Ginasté. Rematemos: Jinaste o Chinast significa literalmente “el que procede de (o el que fue inicialmente) un establo de cabras”. Un topónimo maravillosamente conservado y que –excepcionalmente- nos explica el origen del lugar.
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