Janubio (Lanzarote)

Ibérica

La playa de Janubio, en Lanzarote, se encuentra a pocos kms. del lugar de Yaiza. Es de arena negra y tiene aproximadamente 1 km. Detrás de la playa, en la laguna de Janubio, se emplazan las salinas del mismo nombre. “No es recomendable nadar en la playa por las fuertes corrientes… Bonitos contrastes entre los acantilados y rocas de color antracita con el azul del océano y las montañas de color rojizo en el fondo” (web Beach Inspector.com).

Existe un gran vacío informativo en torno a Janubio y su topónimo. Tiene un asiento real, pétreo, que se silencia. He tenido que volver a mi viejo “Diccionario Enciclopédico Espasa” (entrada Lanzarote) para recordar la antigua foto del “monstruo” de Janubio con un escueto pie: “Lanzarote. Playa de Januvio”. Se trata de una roca de color rojizo oscuro, muy maciza, asentada en la playa, con el exterior bañado por el mar y el interior por la arena. Un engendro, un monstruo deforme, pero con vida. La imagen está dominada por una enorme boca que bien pudiera tragarse una persona entera; sobre el maxilar inferior, sobresaliente, un colmillo perfecto, afilado, complementado con otras formas sugestivas en torno a las fauces. Por la altura sobre el suelo que tiene la boca, diríase que es una gran cabeza con cráneo y parte del cuello. Otra vez la imaginación de nuestros antepasados.

El topónimo JANUBIO se inicia con una voz bien señera de la lengua ibérica: JAN, comida, comer, tragar, el que traga. A continuación, enlazando por yuxtaposición, el sustantivo UPIN (variantes upuin, upoiñ) que significa cuento, historia o leyenda. Pero upin tiene una forma oculta, ubin, pues, como sabemos, las sílabas BI/PI se representan por el mismo signo y son equivalentes (f.f.s.a. nº 5, Equivalencia y sustitución de oclusivas). Finalmente, a JANUBIN se une el adverbio ON, bien, fácilmente, siguiendo la regla general de la elipsis: JANUBI(n)ON. El enmudecimiento de la consonante final (f.f.e. nº 9) nos deja en JANUBIO(n), “La leyenda del que traga fácilmente”.