Toponimia
Inicio > Toponimia > Ibérica > Gomera
“Esta isla de 373 km2 de superficie y un contorno casi circular, se diferencia notablemente del resto de las islas que componen el archipiélaago. Al no registrarse en ella las erupciones volcánicas del Cueternario que modificaron y rejuvenecieron las islas, la acción de la erosión a lo largo de cientos de siglos se hace patente en los profundos barancos que la recorren. En el centro de la Gomera se encuentra una pequeña meseta central, relativamente llana y con inclinación al norte. De ella y de forma radial surgen numerosos barrancos labrados por las inplacables fuerzas de la erosión. Estos barrancos tienen un extraordinario desarrollo, siendo muy profundos hasta su cauce medio. Sus cabeceras están formadas por un amplio abanico de barranquillos” (Luis Blas Aritio en “Parques nacionales de España”).
Al Parque Nacional de Garajonay, gran tesoro de la isla con su laurisilva, nos referiremos al estudiar GARAJONAY. Con la descripción del párrafo anterior y la observación de la foto de la isla (abajo) tenemos suficiente: una altura, en este caso meseta, que proyecta hacia el mar por todos lados unas faldas o laderas torturadas por la erosión y las barranqeras.
GOMERA es un topónimo complejo y exigente. Partimos de la voz GONA, falda, a la que se une OMA, altura, montaña, colina; vista la disposición del terreno es preciso identificar “altura” con “zona alta o meseta”. Gona + oma enlazan con elipsis al final del primer término: gon(a)oma. En este paso intermedio g-on-om-a, observamos la repetición que da oportunidad a la haplología: g(on)oma. Por último, el sufijo de pluralidad o concurrencia -ERA que también se une con elipsis al final del primer término: gom(a)era. Significa, pues, “las faldas de la altura”.
Entradas relacionadas
Desarrollo: Interesa.es
© Bienvenido Mascaray bmascaray@yahoo.es