Frula (144)

Altoaragonesa

  “Entre 1.939 y 1.975, en Aragón se declararon 16 zonas regables de las 24 de la cuenca del Ebro (7 en Huesca, 5 en Zaragoza y 4 en Teruel), en el conjunto de las cuales se pusieron en regadío 150.000 Has., mayoritariamente (97%) concentradas en Huesca y en Zaragoza. De esta superficie el Estado adquirió cerca de 62.000 Has., de las cuales adjudicó 44.500 a unos 5.500 colonos… Estas familias fueron instaladas en 32 nuevos pueblos (15 en Huesca)…” Comarca de Los Monegros, págs. 138-9). Estos pueblos nuevos fueron bautizados con nombres, en ocasiones, totalmente imaginativos (S.Lorenzo del Flumen); en otras, con el de antiguos lugares ya desaparecidos (Orillena), o bien, con el del monte o partida de terreno en que se asentaron. Este último es el caso de Frula, dentro del municipio de Almuniente.

“Rodeado de una masa de pinar de unas 250 Has. se encuentra el núcleo de Frula…Se fecha el nacimiento de Frula el 30 de junio de 1.958, cuando se repartieron lotes para crear en el denominado monte de Frula un nuevo pueblo de colonización. En la actualidad son 384 las personas en él censadas …”(Comarca de Los Monegros, pág. 307). Conservado el topónimo, la descripción que contiene sigue siendo válida para los terrenos de cultivo de la nueva población. Son de naturaleza arenosa, muy ligeros y sueltos, como ya advertía Madoz.

Frula es una composición integrada por puru, locución adverbial que significa “de ninguna manera”. Hay tránsito de /p/ a /f/ a través de /ph/, y asimismo síncopa de vocal tras oclusiva seguida de /r/ e igual vocal (puru > f(u)ru), fenómenos ambos muy repetidos. A la locución anterior se une laa, cansancio, fatiga, por yuxtaposición necesaria y con simplificación de la vocal doble final. Frula, (fru-laa > frula) significa “de ninguna manera fatiga o fatigoso”, o si se prefiere, “en absoluto fatigoso”.

 

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