Etimología



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Étimos.

Etimología

ababol, m. Amapola. Del ibérico aba, boca + bol, redonda, “boca redonda”. Ababol y amapol tienen un mismo étimo, porque: 1, obsérvese el vocalismo a-a-o. 2, la vocal final de amapola es el artículo determinado ibérico a, la, por lo que la composición entera significa “la boca redonda”. 3, una desasimilación entre consonantes (b-b) en ababol condujo a m-b en amabol- . 4. la equivalencia en ibérico de las sílabas bo/po, al no distinguir entre oclusivas (aquí bilabiales) sonoras y sordas, dio lugar a la variante amapol(a). 5, otras variantes locales como babol y babols responden a la aféresis de vocal inicial silábica, una de las más frecuentes manifestaciones de la enorme fuerza de compresión interna de la lengua ibérica. Errores en Corominas (habapáura y papaver), RAE (ababol), Espasa-Calpe (papaver), Pardo (amapola) y otros muchos.

abadejo, m. Bacalao. Del ibérico abade (padre, cura, sacerdote) + eju (grito, lamento). Voz de creación popular: curas y frailes, obispos y abades, han gozado desde siempre de una merecida fama de catadores de las delicias culinarias y bodeguiles. El bacalao, tieso, escuálido y salado, representaba la antítesis de sus preferencias; no resulta extraño que la traducción literal de abadejo hable del “grito o lamento del cura”. Repárese en la terminación –u de muchas formas  ibéricas: ortu, mundu, saltu, puzu, algu, eremu, katibu, kamelu y muchas otras.

abarcas, f. Calzado rústico de cuero crudo o también de goma. Del ibérico abarka, abarca, sandalia.

abeja, f. Insecto himenóptero. Del ibérico abela, la abeja. DRAE: abel, voz con que se llama a las abejas. El error de la doctrina patria (RAE, Corominas, Espasa, Gª de Diego…) haciéndola derivar de apicula, diminutivo de apis, ave, es general.

abrasar, v. Quemar, convertir en brasas, asolar, arrasar, destruir totalmente. Etimología que ha desconcertado a toda la ciencia: la RAE y Corominas no pasan del “origen incierto”; Cuervo se cubre de gloria diciendo que viene de a y brasa; Gª de Diego y Espasa, de un supuesto germánico brasa, fuego; Covarrubias encuenta en Grecia un verbo braso, con valor de bullir, hervir,  porque lo que se pone en las brasas “bulle”, etc. La única idea sensata, aunque insuficiente, nos la da Corominas, el cual, hablando de brasa y su sinónimo ascua, advierte que la primera hace referencia siempre a la leña transformada por efecto del fuego, y no así el ascua. En mi opinión, el origen de esta voz común a todas las lenguas romances (área de expansión del ibérico y etrusco) está en la voz ibérica abar, hornija, leña menuda, rama, la cual debió de tener una variante abra, como lo demustra abrasta, ramilla, seroja, residuo o desperdicio de leña.

acabar, v. Acabar, morir. DRAE: aka, akaba(tu): id. Del ibérico akaba: Bronce de Botorrita nº 1, AKAINAS < AKA IN ASAI, “morirse de tisis”. También, Tésera de Cuenca (piel de oso), LIBIAKA < ALI  IBI  AKA, “la fuerza del arroyo que mata”. Errores de la RAE, Corominas. Espasa, Cuervo y otros, que fijan el étimo en cabo, derivado a su vez del capuz, cabeza.

acabado adj. Consumido, gravemente enfermo. DRAE: akabau, morirse. Plomo de Ullastret, BORAKAU < BOR  AKABAU, “el hervor que consume”.

acotolar, v. Aniquilar, desterrar. Borau la define como “aniquilar, acabar con alguna cosa, especialmente con los animales o frutos de la tierra”. Pardo, “aniquilar, acabar con una cosa” y añade que deriva de acortar. Corominas, “acabar con algo” y dice que deriva de acotar, que a su vez procede de escotar y éste del fráncico skot. En todos los casos, siendo correcta la definición “aniquilar o acabar con algo”, se desatiende al objeto de la aniquilación: se trata siempre, en el uso propio del término, de un agente animal o vegetal dañino para los intereses del hombre, de modo que se intenta acotolar a las plagas (desde los modernos estorninos o mejillones cebra hasta los ancestrales osos y lobos) y a las malas hierbas y malezas con fuerza invasora. Precisamente, el agente dañino más significado y común para los antiguos agricultores y productores de trigo fue, sin duda, la ballueca o avena loca. En lengua ibérica, akota significa “confinar, desterrar”, y olo, olho, olomolo, olo-gaitzto, etc., “avena y avena loca”, de modo que la composición akot(a)olo, con elipsis al final del primer término, significa literalmente “el destierro o la aniquilación de la avena loca”.

adobar,v. Componer, conservar, condimentar. Del ibérico adoba, componer. DRAE: adaba(tu), adoba(tu), adoba, componer, condimento. Tésera Arekorata, MELADA < MERLA ADABA, “frutas secas compuestas o confitadas”. La RAE lanza aquí una de sus frecuentes boutades: “del francés antiguo adober, armar caballero, y este del franco dubban, empujar, golpear”. En igual sentido Corominas, Espasa, Cuervo, Gª de Diego, etc.

adral, n. Cada uno de los zarzos o tablas que se ponían en los costados del carro para que no se caiga la carga que va en él. Del dialectal ladral, y éste del latín lateralis, lateral, según la RAE. Estamos, en realidad, ante una composición ibérica integrada por adar, rama, más al, potencia, poder o fuerza (sustantivo) o poder, ser potente o fuerte (verbo). La composición adar+al muestra enlace por yuxtaposición necesaría, adaral, en la que se produce síncopa de vocal (a) tras oclusiva (d), seguida aquella de (r) y de igual vocal: ad(a)ral, con significado profundo de rama (o palo) potente o fuerte. Así, el plomo de Vall d´Uxó nos presenta la voz ada(r), rama: GEI EDIN ZI ADA(R) ENSEIA, “quiero intentar coger las bellotas de las ramas”.

afalago, m. Halago, mimo, caricia, recibimiento o encuentro muy cordial. El ibérico balaku, halago o zalamería, tiene una variante, ahora con oclusiva bilabial sorda que es palaku; ambas formas se escribían exactamente igual pues, como sabemos, ba y pa tienen un único signo. Pero también sabemos que el ibérico (o lo que es lo mismo, el vasco antiguo) poseía tres series de oclusivas: las sonoras (ba), las sordas (pa) y las aspiradas (en este caso de bilabiales pha), y que ph > f.  Voz hermosísima que nos permite contemplar las tres series de oclusivas en la inicial, y las dos más frecuentes (sonoras y sordas) en la sílaba final: falaku > falagu. El análisis, que no deja resquicio alguno para la duda, está, además confirmado por la Epigrafía: el llamado Facsímil de Untermann que dice BALKEATIN <  BALAKU  ATIRI  IN, “el tiempo de los halagos termina cerca de la puerta”. Error de la RAE, Corominas, Cuervo, Gª de Diego, Espasa, Covarrubias y, en general, en todos los autores que intentan explicar el étimo de halago, cosa que no hace Pardo Asso, quien, con habilidad, dice que afalagarse procede de ad y halago.

agabillar, v. Ortografía correcta de agavillar.  Formar gabillas. Opinión bastante generalizada de que procede de una voz céltica no bien determinada; por ello, Corominas, al que sigue una vez más la RAE, opina que “parece ser más bien derivada del latín cavus, hueco entre las manos, gavilla”. Ni uno ni otro. El olvido, cuando no desprecio, de la lengua ibérica, que tantos males y desafueros ha traído a la Epigrafía, la Toponimia y la Etimología en general, ha pasado por alto la voz ibérica ganbela, que presenta, al objeto de explicar la etimología de “gavilla”, dos dificultades aparentes. La primera reside en la pérdida de la consonante nasal al final de la primera sílaba, gan>ga, fenómeno bastante habitual (por ejemplo, ganbelu >kamelu) y que no requiere mayor consideración. La segunda está en el valor que tiene ganbela, tanto en el vasco antiguo (DRAE, “pesebre”) como en el actual (Sarasola, ganbela = aska, pesebre). Esta segunda requiere mayor detenimiento. En nuestra zona pirenaica, en el que todo influjo céltico es pura fantasía (como el esperpéntico flumen Gallicus) se da una amplia presencia de esta raíz ibérica: gabella (y no gavilla), agabellá o gabellá, gabellón (diminutivo de gabella) y gabiel, “haz de ramas con hojas que sirven de alimento al ganado”. Pues bien, cuando se trata de mieses, las gabellas, con un diámetro más bien reducido, se depositan en el suelo por encima de un vencejo, hasta alcanzar el grosor adecuado, a juicio del “atador” que, en su momento, cogerá la ligadura por ambos extremos, se sentará encima de las gavillas para apretarlas y las atará formando el “fajo”; pero si se trata de herbáceas o, principalmente, de ramas con hojas, cada gabella o gabiel será trasportado por separado, con su diámetro asimismo reducido. Y ello, ¿porqué?. Por racionalización del trabajo: una vez secas, las gabellas o gabiels se llevan al pesebre sin ninguna manipulación, y gracias a que tienen el diámetro adecuado se pueden introducir por detrás del rastrillo o comedero para que las cabras, principalmente, las devoren con verdadera fruición. En ocasiones, y para las vacas, se cuelgan del techo mediante una cuerda, pero el diámetro seguirá siendo el mismo para que sirvan, en principio para uno y otro uso y, además, para que el secado alcance a todo el haz. En definitiva, la gabella es “el haz de diámetro adecuado al pesebre”, con lo que queda establecida la relación semántica entre gavilla y pesebre. Del ibérico ganbela, pesebre.

agafar, v. Agarrar, prender, enganchar. Del ibérico gapar, zarza. Un nuevo supuesto de oclusiva bilabial sorda /p/ que pasa a aspirada /ph/ > /f/. El catalán agafar tiene una variante gafar, que se revela como la forma primitiva. Observemos el paralelismo entre “agarrar” (de agarra, espino, zarza) y “gafar (de gapar, zarza). Error en Corominas (sorotáptico) y Espasa (germánico gafa, gancho).  

agarrar, v. Asir fuertemente. Coger, tomar. Sorprender… De garra, y ésta de garfa, según la RAE. Grave error. Procede del ibérico agarra, espino o zarza, arbustos éstos que, siendo fuertes (por ejemplo el endrino o el escaramujo), son capaces de “agarrar” y sujetar a un ser vivo; los pastores, en especial, saben que si un cordero, por ejemplo, queda agarrado entre las zarzas, morirá si no recibe ayuda. Y es sumamente expresivo el cuento, extraído de la tradición popular, que publiqué en el nº 0 de la revista “El Pedrizo”, Campo, julio de 1.989, sobre un sastrecillo valiente. Agarra está presente en la composición ibérica Magarrofas < m- agarra- opaz, “se dan las garraberas”. Vid. en Toponimia altoaragonesa el nº 311, dedicado a Magarrofas y Bisarracons.

agüerro, n. Voz aragonesa recogida en los diccionarios más comunes: Rafael Andolz, A. Martínez Ruiz, Chusé Aragüés, etc.: otoño. Del ibérico agor, secar, agotar. Jarra de cerámica numantina: ELAN-TUN AGOR, “la que agota un buen bebedor”.

agur, abur, abures, exclamación. Utilízase para despedirse y, según la RAE, procede del euskera agur y éste del latín augurium. Como se ve, ni siquiera el vasco antiguo se ve libre de la fiebre latinista de la Academia. Del ibérico agur, adiós. En el Plomo de Ullastret (sexo) se lee: PASIO AGUR, “la pasión se acaba”. Observemos la sustitución de oclusivas sonoras en el ribagorzano abur o abures: agur > a(g)ur > abur.

aigua, aiga, n. Agua, corriente de agua. Para el catalán aigua, Corominas acepta el étimo latino acqua, pero con reservas. Del ibérico aguai, corriente de agua, que tiene una forma metatética en aigua. Por ejemplo, Aiguatorta < aigua torta, “la corriente de agua muerta”, Aigüissi, Aiguacari, etc.

aire, n. Aire, viento. Según la R.A.E. del latín aer-eris. En verdad, del ibérico aire. La identidad formal entre el ibérico y el castellano impide alegar un origen latino… si se conoce la lengua ibérica. Plato de plata de Abengibre: SAITU  AIR(E), “un aire reseco”.

airear, v. Desaparecer, volar, ahuyentar. La RAE lo trata como un derivado de aire y acierta … a medias. Es innegable la presencia de la raíz air-, pero la acepción de desaparecer o hacer desaparecer, volar, ahuyentar proviene directamente del ibérico aira. Plomo de Solaig: BELEX AIRA, “que los cuervos desaparezcan”.

¡ ala! o ¡hala!, interj. Indica ánimo, fuerza. Del ibérico ala. Según el Diccionario Retana vale por tanto, así, cuan, cuanto, ¡viva!, todo lo posible (por contener la raiz al, poder o fuerza). Plomo de la Serreta de Alcoi: ZERAIKALA < ZERE AIKA ALA, “tu voluntad se eleve todo lo posible”.

aldea, n. Pueblo de corto vecindario y, por lo común, sin jurisdicción propia. Según la R.A.E. del árabe hispano addáy´a, y éste del árabe clásico day´ah. Su origen está en el ibérico alde, lado, lugar, más el artículo determinado (siempre al final) a, de modo que alde-a = “el lugar”, expresión que conserva aún hoy en día un valor peyorativo por su escasa entidad: “por esos lugares de Dios” o “esos lugarejos”. Estela de Abobada (Portugal): iru  alde usi, “tres lados que generalmente…”.

algo, pron. indef. Denota cantidad indeterminada, grande o pequeña, especialmente lo segundo… Del latín aliquod, según la RAE. Pero su étimo verdadero está en el ibérico algu, todo lo posible, mucho, algo. Obsérvese la variación semántica desde todo lo posible hasta algo, un poco, que ha quedado fijada en el grado menor. El Denario de plata de la Carpetania contiene la siguiente inscripción: IGALI ALGU, “todos los frutos posibles”. 

ama, n. Cabeza o señora de la casa o familia. Para la RAE, del latín hispánico amma, nodriza. Nuevo error. Del ibérico ame, madre, que dió ame +a =amea y am(e)a. Ejemplos: AMETEIGIOEN < AME TEI GIO-EN, “el aposento de La Madre es el más deseable” (Estela de Fraga); la guija del Alcázar de Alcalá del Río dice GUTUUKARKATIGUDUNUIZZGANEAM < GUTUR UR UKARA BURDINA KATIBU GUDUN UIDA DIZ EZ GANE AMA, “la gruesa lluvia y el cautivo con manillas de hierro para que pelee; el agua muestra que no lleva la hembra…”. En Toponimia, Chalamera < xal amea-era, “las madres de terneras”.

anca, n. Cada una de las dos mitades laterales de la parte posterior de las caballerías y otros animales. Grupa de las caballerías. Cadera de una persona. Según la R.A.E. del italiano o provenzal anca. El étimo verdadero es la voz ibérica anka, anca, cadera. Plomo de Botorrita nº 1: ai anka un, “falta de tuétano en la cadera”.

ánima, n. Alma. Del latin anima, y éste del griego anemos, según la R.A.E. En verdad, del ibérico anima : Plomo de Torrijo del Campo ez anim(a), “no tienen alma”. He aquí un perfecto ejemplo de lo que vengo llamando “cuadrado lingüístico”. En un cuadrado, el vértice superior izquierdo, A, representa la lengua ibérica; de aquí parte hacia B (lengua etrusca) el lado AB, en color rojo plasmando la comunidad de origen y sangre (tronco bereber) entre iberos y etruscos. Desde B hasta C (latín) desciende el lado BC, en color verde, aludiendo al tránsito masivo y constante de voces etruscas hacia el latín. Sigue el lado CD, paralelo a AB, negro, en el que D representa al castellano y demás lenguas romances de Ispania; por último, el lado AD nuestra el enorme influjo de la lengua ibérica sobre estas románicas, siendo su color amarillo (que no falta en nuestros símbolos) por representar el primitivo y único nexo de unión verdadero entre todas las naciones del Estado Español: su origen ibérico. Este lado AD falta en la visión general de la RAE y de los mejores tratadistas hispanos (también, generalmente el lado AB), que dejan reducido el cuadro lingüístico a una simple línea quebrada.

anís, n. Anís. Del francés anís según la RAE. El étimo verdadero es el ibérico anisa, voz que aparece en el Plato de plata de El Alcornocal (Córdoba): anisa aren, “cierta cantidad de anís”.

arar, v. Remover la tierra haciendo en ella surcos con el arado. Acuerdo general: del lat. arare. Estamos sin embargo ante un nuevo ejemplo del cuadrado lengua ibérica-etrusca-latín-castellano-ibérica. En efecto, la lengua ibérica disponía de la voz ara, tierra, tierra de labor, pero asimismo con valor de “arar las tierras”, como lo demuestra la pervivencia en vasco antiguo de ara(tu), con valor verbal.

arco, n. Porción continua de una curva. Del latín arcus, según la RAE. Pero también la lengua ibérica contó con la voz arku, lomo o ijares de un animal, término concreto que fue punto de partida para la abstracción “arco = curva”. Ejemplo: Alcubierre < arku berez, “lomas o colinas separadas”.

arena, n. Conjunto de partículas disgregadas de las rocas, sobre todo si son silíceas, y acumuladas, ya en las orillas del mar o de los ríos, ya en capas de terrenos de acarreo. Del lat. arena. Pero el ibérico dispuso de la voz are, arena, la cual se aglutinó con el pronombre relativo n (al final de la composición -na), “la que tiene”, de modo que el sentido completo de arena es “la que tiene particulas de roca disgregadas”. Un ejemplo más del cuadrado lingüístico.

asaz, adv. Bastante, harto, muy. Dice la RAE que procede del provenzal assatz, mucho, que a su vez deriva del lat. at satis. Grave error. En ibero encontramos la voz axaz, mucho, recogida en el Diccionario Retana y presente, por ejemplo, en Araxas < araz-axaz, composición en la que observamos elipsis al final del primer término, ara(z)axaz; luego, elipsis prolongada por encuentro de vocales iguales, ar(a)axaz, y, finalmente, pronunciación fricativa apicoalveolar de la fricativa interdental sorda /z/, araxas; significa “aguas muy limpias o de mucha pureza”.  

asir, v. Tomar o coger con la mano y, en general, tomar, coger, prender. La RAE duda y encuentra algo parecido en “asa”. Nuevo error. Del ibérico axi (vasco atxi), prender, agarrar, alcanzar, asir. Presente en el topónimo Ratés < tere axi, “a punto de alcanzar”.

aturdir, v. Causar aturdimiento. Confundir, desconcertar, pasmar. Según la RAE, de “tordo”. Auténtica barbaridad con único fundamento en la semejanza. Del ibérico turdi(tu), turbarse. La hemos hallado en el Plomo de Ullastret (sexo), donde se lee TURDIKUS < TURDI IKUS, “con la mirada turbada”. 

¡au!, exclamación. Grito de llamada o invitación, vivo en dialecto ribagorzano. No es de creación popular moderna, pues en la Estela de Clunia se lee: NUKU UKA AI AU, “El que se humillaba, el que rechazaba la fatiga, llama a la puerta”.

auca, n. Oca. Según la RAE, del latín auca. Estamos, en realidad, ante otra manifestación del “cuadrado lingüístico ibérico-etrusco-latín-castellano”, como lo prueban el Bronce de Luzaga en el que se lee auk(a) iz(a), “gansos de caza”, o el topónimo balear Aucanada, auka-n-ada, “la que tiene bandas de gansos”.

bacina, n. Vasija para contener líquidos u otras cosas. Antiguamente bacín. Del latín medieval bacina, según la RAE. Del ibérico bazi, artesa, gamella, bebedero o abrevadero hecho de medio tronco ahuecado. En el Plomo de la Serreta de Alcoi se lee BAZBIDIRBARTIN < BAZI BI DIR BARTA IN, “que los abrevaderos se encuentren limpios de barro”; en Toponimia, Baciero < bazi-ero, “muchas bacinas o abrevaderos”; Basibe < bazi-be, “el abrevadero de abajo”. Obsérvese de nuevo la construcción bazi más pronombre relativo n o -na, para llegar a bacín o bacina.

bala, n. Proyectil de forma esférica o cilindro-ojival, generalmente de plomo o de hierro. Según la RAE, del francés balle y éste del franco balla, pelota. Para Corominas, bala (proyectil) viene del italiano palla, pelota de jugar. En su análisis, además del francés e italiano trae a la palestra el longobardo y el germánico. Y, sin embargo, tenemos perfectamente establecido el étimo de bala en lengua ibérica: se trata de bala, ráfaga, tal como se lee en la Cartela alargada de mármol negro de Alcalá de Chivert, que dice BALABEGOIABA < bala begoi aba, “la ráfaga de desgracia súbita”. La traslación semántica de ráfaga a bala parece evidente.

balsa, n. Hueco del terreno que se llena de agua, natural o artificialmente. La RAE se desmelena y habla de una “voz prerromana”, pero mencionar la lengua propia, la ibérica, es demasiado para ella. Del ibérico basa. Vid. basa.

ban-ban, interj. Onomatopeya no recogida en el Diccionario de la RAE. Craso error porque su uso sigue siendo habitual y, por su origen, tiene rancia prosapia. Con repetición y cadencia, ban-ban-ban indica golpeo, acción o sonido continuado, constante. Ejemplo: “Mientras nosotros perdíamos el tiempo, él, ban-ban-ban, terminó el trabajo”. El DRAE la recoge en la forma ban-ban, “sin parar, sin cesar”; pero ya mucho antes, en textos epigráficos ibéricos, la onomatopeya sin repetición ni cadencia, convertida en raíz con valor de “siempre”, aparece por ejemplo en el Vaso de Lliria El Caballo: BAN GUDURARI IRA-TIAR, “siempre dispuesto a la violencia de la guerra”; BAN IRA DERDE-TI SARI PEGOR, “abandona constantemente los pastizales pobres de los alrededores de la cabaña”; BELAR: BAN KORBO, “en cuanto a la hierba: siempre en el pesebre”.

banda, n. Grupo de gente armada. Bandada, manada. Según la RAE, “quizá del gótico bandwo, signo, bandera. En la acepción de banda como “cinta ancha, tafetán…, zona limitada por cada uno delos lados”, del francés antiguo bande, y éste del franco binda, lazo, cinta. En idénticos términos, Corominas. La voz ibérica banda, dirección, lado, costado, está perfectamente acreditada. Así, El Plomo de Los Villares II contiene esta petición a La Madre: BANDAKON < BANDA KONTU, “la dirección adecuada”. Por otra parte, banda es voz ibérica con valor de circunferencia, parte exterior de un círculo, de donde procede la acepción de “las bandas de un vehículo”: el topónimo mallorquín Pantaleu > panta (banda) ale ur, “de cerca, como si fuera una circunferencia”. A partir de estas acepciones (dirección, lado, costado, circunferencia, parte exterior…) se entienden multitud de voces y expresiones tanto del castellano como del catalán.

barbado, barbudo, adjs. Que tiene barbas. Renuevo o hijuelo que brota de las raíces de los árboles o arbustos. Derivados de barba (pelo que nace en esta parte de la cara y en los carrillos), y ésta del latín barba. Esta posición de la RAE parece irreprochable. Pero, sin negar el origen del castellano barba y de sus derivados en el latín, no podemos obviar, en cuanto a “barbudo” un hecho muy interesante. Se llama trigo barbudo a aquel que posee las aristas largas, las cuales confieren a la espiga en su conjunto un aspecto de barba o revestimiento piloso. Pues bien, la lengua ibérica poseía la voz barbu, que vale por “trigo barbudo de la mejor calidad”. Esta voz barbu tiene antigüedad y presencia suficiente en Iberia pues aparece en el Plomo de Caudete de las Fuentes: BARBU IN IKE, “que se haga el trigo barbudo de la mejor calidad”. La explicación de esta dualidad parece radicar en lo siguiente: mientras la voz ibérica bizar (barba) fue sustituida por la latina barba -de la que se siguió “barbudo”-, la también ibérica barbu permaneció en uso exclusivamente como epíteto o determinante calificativo de una variedad de trigo. 

barda, n. Seto, vallado o tapia que circunda una propiedad. Barrera hecha con troncos o ramas en posición horizontal, con soportes verticales espaciados. En lenguaje popular y en determinadas áreas, cada tronco o rama gruesa horizontal se denomina “bardera”. De “origen incierto” para la RAE, también para Corominas que apunta “seguramente prerromano”; Gª de Diego, del céltico barrita; Pardo Asso, del latín barda, escudo. Étimo verdadero muy sencillo y claro: del ibérico barda, rama de árbol, y bardaska, rama de árbol pequeña.

barranco, n. Curso de agua discontinuo pero, ocasionalmente, con grandes caudales, fuerza y arrastres. En atención a la intensidad y continuidad, se sitúa por debajo del río, riachuelo y arroyo, y por encima del barranquillo y regato. De origen incierto, quizá prerromano, para la RAE; sin duda prerromano para Corominas, que no puede aclarar absolutamente nada tras pasar revista a tesis griegas, reliquias pre-célticas y pre-ibéricas (?), ligures y sorotápticas; Gª de Diego, del griego pharanx; casi igual, el Espasa; Covarrubias, del árabe berr o barr. Resulta obvio que el verdadero origen de esta voz no puede estar sino en la lengua “de aquí” pero gran desconocida, con lo que el cuadro que componen nuestros grandes etimologistas es realmente cómico. Del ibérico arra, “voz onomatopéyica que imita el ruido de la salida de aguas, o el producido por el arrastre de objetos, caída de aguas, etc.” (DRAE); más el sufijo despectivo- peyorativo -anko, presente en voces como “estarranco”, palo delgado y torcido que no sirve para nada; “pozanco”, pozo mal hecho o inservible; “moranco”, moro de mala índole, etc. Una B- protética viene a tapar el “frente descubierto” o a “rellenar el hueco”, en expresión de Mitxelena en su Fonética histórica. La traducción será “el ruido de los arrastres de piedras y caídas de aguas”. Véase mi trabajo BARRANCS en Toponimia altoaragonesa.  

barrena, n. Instrumento de acero con una rosca en espiral en su punta y una manija en el extremo opuesto que sirve para taladrar o hacer agujeros en madera, metal, piedra u otro cuerpo duro. Para la RAE, de origen incierto (compárese latín verruina). Del iberovasco barrena, ahondar, profundizar.

barro, n. Masa que resulta de la mezcla de tierra y agua. Para la RAE, voz prerromana, quizá de origen celta (cómparese irlandés medio broch, basura, y galo barros, matojo). De evidente origen ibérico: las formas bardo y barto se hallan presentes en barta < bart(o)a, en bartal y en bardinsa < bardo-in-za, literalmente “hacerse gran cantidad de barro”. En el Plomo de La Serreta de Alcoi leemos el párrafo siguiente: BAZBIDIRBARTIN < baz(i)  bi  dir  bart(a) in, “que los dos abrevaderos se encuentren limpios de barro”.

barullo, n. Confusión, desorden, mezcla de gentes o cosas de varias clases. Para la RAE, del portugués barulho (compárese latín involucrum). Propiamente, del ibérico barri, charlar, más ulu, gritos de alegría, de modo que barr(i)-ulu > barrulu, y de aquí barulu ybarullo, aludiendo al otro valor, el más importante y olvidado por la RAE, que es “conjunto de voces altas, gritos y parloteos que impiden o dificultan la audición”.   

basa, n. Depresión del terreno que se llena de agua, pero también la construída por el hombre. Voz rural, aragonés balsa, según la RAE. Del ibérico basa, ciénaga, cenagal. Toponimia: Basauba < basa uba, “el cenagal de la corriente”; Barbastro < bar basa toro, “el fragor del agua en la balsa pequeña”; Baserca < basa ergi a, “el cenagal de los novillos”, y otros. 

bizarro, adj. Valiente y esforzado. Segun la RAE, del italiano bizzarro, iracundo. Tremendo error. Del ibérico bizar, barba, en alusión al hombre barbado, muy varonil y valiente, según una muy larga tradición popular y literaria.

bleda, n. Acelga. Según la RAE, del latín beta, acelga, cruzado con blitum, bledo. El étimo verdadero es el iberovasco beleda, acelga, en el que se da síncope de vocal tras oclusiva, seguida aquella de consonante líquida y de igual vocal: b(e)leda.

blusa, n. Prenda abierta de tela fina, similar a la camisa, que usan las mujeres y los niños, y que cubre la parte superior del cuerpo. Del francés blouse según la RAE, e igual Corominas. En realidad, del ibérico  burrus-a, la blusa,  > b(u)rrusa (síncope de vocal tras oclusiva y seguida aquella de r e igual vocal), y blusa (alternancia r/l).

bobo, adj. Tonto, falto de entendimiento o razón. La RAE dice que procede del lat. balbus, balbuciente. Nuevo error. Procede del ibérico bobo, que tiene variante babo, bobo o tonto. Asi, el plato de arcilla basta (Untermann) dice BABOGUOTENPOTENIN < BABO GU OTE-EN POTE NINI, “es posible que más que estúpidos seamos niños rendidos por el cansancio”. 

bocada, n. Bocanada de un líquido. Antig. bocado y boqueada. De boca y éste del latín bucca, según la RAE. En verdad, del ibérico abokada, bocado, comida. Ej.: ABOKADAUS < ABOKADA US“sin comida”, en el Bloque de piedra del cerro de La Bámbola (Bílbilis, Calatayud). 

boig, adj. El catalán boig y el ribagorzano boch significan loco, muy dinámico, efusivo o disparatado. Corominas cree (Diccionari etimològic i complementari de la llengua catalana) que procede de una base originaria BAUDIOS de origen incierto, seguramente indoeuropeo, o más probablemente de una voz prerromana afín a voces germánicas… En realidad, boig y boch proceden del ibérico botxa, alegre, cariñoso, afable, desde el que una sencilla traslación semántica muy normal, nos conduce a dinámico, alocado, loco. 

bola, bolo, n. Cuerpo esférico de cualquier materia. En aragonés, bolo significa también piedra redondeada arrastrada por el río. Según la RAE, bola procede del provenzal bola, y éste del latín bulla, burbuja. Ignorancia. La lengua ibérica disponía de la voz bol, redondo, con frecuente aparición en Toponimia: Bolea, Boltaña, Espolla, Yéspola, etc.

bonanza, n. Tiempo tranquilo en el mar. Prosperidad. Para la RAE del latín bonacia, alteración de malacia, calma chicha. Solución artificiosa y falsa. El Diccionario Retana nos presenta la composición onanza, calma, bonanza. Sobre su “frente descubierto” vino a posarse la consonante protética m que, ante la presencia inmediata de otra nasal, se sustituyó por otra bilabial sonora, la b (disimilación de nasalidad). Ejemplo: Bonansa < b-onan-za, “buen tiempo o clima”.

bonete, n. Especie de gorra, comunmente de cuatro picos, usada por los eclesiásticos y seminaristas. Del francés bonnet y éste del latín abonnis según la RAE. En verdad, del ibérico bonet: Vaso de Llliria El Caballo, BONANDITE, que procede de bonet andi ite, “aspecto de sombrero grande”.

boque, n. Macho de la cabra, cabrón. Para la RAE, quizás del francés bouc, y éste quizá del celta bhukko. El catalán boc, castellano boque y aragonés buco proceden del ibérico boke, macho cabrío sin castrar. El Plomo de Pech Mahó dice BOKAGASOR < boke aga sor, “la raza de machos cabríos ineptos para engendrar”. En Toponimia, Bóquer (Mallorca) < boke era, “los machos cabríos grandes”.       

borbotear, v. Dicho del agua: Nacer o hervir impetuosamente o haciendo ruido. Voz onomatopéyica, sin mayor precisión, para la RAE. Su origen cierto está en la onomatopeya ibrica bor-bor, borbor y acción de borbollar, ebullición. Ya sin repetición ni cadencia, convertida en raíz, consta en el Plomo de Ullastret: BORAKAU < BOR AKABAU, “el hervor que mata”; y en toponimia: Borau < bor aur, “el fragor del agua en la boca de la cueva”.

borda, n. En el Pirineo, cabaña destinada a albergue de pastores y ganado. Del franco borda, tabla, según la RAE. Nuevo error monumental de nuestra Academia, que se muestra, como siempre, ya no miope sino ciega ante nuestro inmenso y muchas veces milenario pasado cultural. ¿Cuándo se hará la luz o al menos se despertará la inquietud en nuestra docta Institución?. Borda es una voz ibérica actual y de amplia difusión. Está acreditada, por ejemplo, en el llamado Plomo de Castellón: BORDA BERO-EN NIUN, “en ninguna parte como en la cálida cabaña”.

borde, adj. Dicho de un hijo o de una hija: nacido fuera del matrimonio. Esquinado, impertinente, antipático. Relacionado, según la RAE, con el catalán bord y latín tardío bardus, bastardo. En realidad es derivado clarísimo del ibérico bort, con una variante borte, que significa bastardo, huraño, arisco, y que se aplica asimismo a los pollos incubados por la clueca en un lugar apartado, generalmente desconocido, tal como el nido preparado en un seto o zarzal. El texto epigráfico pintado en el Vaso de Lliria El Caballo dice, en la descripción de este animal: BORTE BARA, ”rebelde a la traba”. Como es habitual, nueva manifestación de la equivalencia de/te, con un mismo signo en ibérico.

botón, n. Yema, brote embrionario. Segun la RAE, de botar, y esta del germánico botan, golpear. Error grave. Procede del iberico boto, yemas, primer brote de los arboles. En el Plomo de Vall d´Uxo se lee BOTOTAZ < BOTO TAXU, “yemas de árboles y pimpollos”; de igual modo, Plomo de Castellón: BOTU EI.

bozo, n. Cabestro o cuerda que se echa a las caballerías sobre la boca y dando un nudo por debajo de ella forma un cabezón o rienda. Bozal. Del latín bucceus, de la boca. Estamos ante un nuevo caso de voz ibérica que ha llegado inmodificada hasta nuestros días: El Bronce de Luzaga incluye entre las cosas que se producen en el lugar DIGERZEBOZ < DIGA ERZE BOZO, “bozales de tripa de novilla”. En vasco antiguo se asentó la variante boxo, procedente de bozo > boso y, por palatalización, boxo.

bróculi o bróquil, n. Clase comestible de col muy apreciada. Según la RAE, del italiano broccoli y éste de brocco. En realidad, del ibérico brokil, hermosa y expresiva composición integrada boro-kila > b(o)ro-kil(a) y brokil, “bolos pequeños”. En el Dic. Retana, brokil y brukil.

broza, n. Conjunto de hojas, ramas, cortezas y otros despojos de las plantas. Según la RAE, del provenzal brossa y éste del gótico brukja. Tiene, sin embargo, muy claro su origen en la lengua ibérica: de porro (variante oculta borro), muy pequeño, miserable, más el sufijo -za, montón, gran cantidad. Borro-za > b(o)rroza (síncope de vocal) y broza, “gran cantidad de cosas menudas y deleznables”.

bueno, adj. Para la RAE, del latín bonus, solución plausible y general. Pero es conveniente profundizar en el conocimiento. La lengua ibérica dispone de una voz de máxima importancia, el adjetivo on, con todas las acepciones del castellano bueno. On presenta “un frente descubierto”, “un hueco susceptible de ser rellenado”, al que acude la consonante protética por excelencia, la m. Pero la presencia inmediata de otra nasal sonora, la n, provoca la llamada disimilación de nasalidad, y la m requerida en principio es sustituida por otra consonante, también bilabial y sonora (pero ahora oclusiva) cual es la b. De que lo que antecede es una realidad incuestionable tenemos la prueba en la voz ibérica bono, bueno, que no solamente ha llegado hasta el euskera moderno (sin ser “préstamo del latín” como se afirma con ignorancia y ligereza) y tal como aparece en el DRAE, sino que la encontramos en un texto epigráfico ibérico: BIOR UKUR BONO EZ, “la inclinación perversa no es buena”, Plomo de Ullastret (sexo). En conclusión, nueva manifestación del flujo lingüístico que hemos expuesto repetidamente en nuestro esquella llamado “cuadrado lingüístico”.

bufar, v. Dicho de un animal, resoplar con ira y furor. De una persona, manifestar ira o enojo extremo de algún modo. Soplar (catalán, Murcia y otros). Para la RAE, voz onomatopéyica; Corominas, onomatopeya buff-. Del ibérico bufa, vapor, exalación. La encontramos en Albufera < al (art. arabe) + bufa + era > (Al)buf(a)era, y en sus variantes Bufera y Bufereta, siempre con el significado de “vapores y exhalaciones”.

buro, n. En aragonés, greda. Arcilla arenosa. Según la RAE del latín butyrum, manteca. Nueva tontería de la Intocable. Del ibérico buro. El Dic. Retana nos presenta buro, id. Véase en Toponimia Burotell < buro tella, “tierra arcillosa fina para tejas”.

caca, n. Excremento humano y especialmente de los niños pequeños. Se trata de “un derivado regresivo del latín cacare”, según la RAE. Error. Del ibérico kaki, caca, excremento. El huso de hueso de la Peña de las Majadas (Castellón) tiene grabada la inscripción siguiente: NERSEDIANKAKIARNI < NER SEDA IAN KAKI AR-NI, “la misma seda es el excremento de un gusano”. El paso de kaki a kaka es absolutamente regular: kaki + a > kak(i)a, “la caca”.

cadena, n. Serie de muchos eslabones enlazados entre sí. Del lat. catena, según la RAE. Pera la lengua ibérica cuenta con la voz kaden, cadena. Diccionario Retana kaden, idem. Plomo de Vall d´Uxó LAURISKERKADE < LAPUR ISKER KADEN, “del ladrón que abandona las cadenas”; Medio denario de plata de Liedres KATEA < KATEN EBA, “rompamos las cadenas”. Nuevo ejemplo del cuadrado lingüístico iberico-etrusco (AB), etrusco-latín (BC), latín-lenguas romances (CD) y lengua ibérica-romances (AD).

caja, n. Recipiente que cubierto con una tapa suelta o unida a la parte principal sirve para guardar o transportar algo… Ataúd. Del latín capsa, según la RAE. Del ibérico kaxa, cofre o caja. Toponimia, Biescas < beze kaxa > bescasa, “como una caja”.

cajigo, n. Quejigo o cajigo. Dice la Academia que procede de “una voz prerromana cassus o cassinus“. Hasta aquí llegan la tolerancia y la ciencia académicas. Con todo, grueso error. Se trata de una composición de la lengua ibérica cuyo primer elemento es kaxar, menudo, ruín, pequeño, que se une a arixko, roble, roble de bellotas, de modo que kax(ar)(ar)i(x)ko, por haplologías, da kaxiko, “el roble pequeño de las bellotas”. De kaxiko derivan las múltiples variantes según áreas lingüísticas: cajigo, quejigo, caixigo, queixigo, etc.

cal, n. Óxido de cal. Sustancia alcalina de color blanco o blanco grisáceo que, al contacto del agua, se hidrata o apaga con despendimiento de calor y, mezclada con arena, forma la argamasa o mortero. La RAE, como siempre, la deriva del latín, esta vez de calx-cis. Su verdadero origen esta en el ibérico kalo. Citemos, entre otros muchos, los topónimos Calonge < kalo ongi-en a, “Cal de la mejor calidad”; Calobra < kalo oparoa, “cal en abundancia”; Calbiá < kal ara biar, “las tierras calizas de penosidad máxima”; Calcón…

calda, caldear. Acción y efecto de caldear. Hacer que algo que antes estaba frío aumente perceptiblemente la temperatura. Del latín calda y caldere respectivamente. Pero también del ibérico kalda, ardor, excitamiento, calentamiento, y verbo kalda(tu), calentar. Tésera de Clunia KALDAIEGOZ < KALDA IEL GOZA, “gozadores del calentamiento lividinoso”. Cuadrado lingüístico.

calvo, adj. Dicho de una persona: que ha perdido el pelo de la cabeza. Como nombre: parte de la cabeza que ha perdido el pelo; terreno sin vegetación alguna. Del latín calvus, según la RAE. Pero también el ibérico dispuso de la voz kalpar, calvo y calva. En Toponimia, Calbarés < kalpar eze, “la calva verde”.

cama, n. Conjunto formado generalmente por un armazón de madera o metal, con jergón, colchón, almohada, sábanas y otras ropas… Según la RAE, del lat. de S. Isidoro cama. por camba. Del ibérico kame, cama de pastor hecha de ramas. Aparece ya en el Plomo de Ullastret (sexo), en el que se lee: EKEIKUIKAME < EKEI KUI KAME, “un catre hecho de ramas”. El paso de kame a kama es obvio: kame + art. determinada a > kam(e)a, la cama, con la consabida elipsis al final del primer término.

camello, n. Mamífero artiodáctilo rumiante originario de Asia… Del latín camelus, afirma la RAE. Pero el Diccionario Retana nos ofrece la voz kamelu, camello, que queda confirmada por el texto del Plomo de Ullastret 1.967, en el que se lee: EPARIKAME < EPA ARI KAMELU, “cortes (tajadas) de carne de carnero y de camello”. Cuadrado lingüístico.

campo, n. Terreno extenso fuera del poblado. Tierra laborable. Del latín campus, terreno llano, campo de batalla. Pero, por otra parte, el ibérico contaba con la voz kanpa, campo, presente en topónimos como Campaneres < kanpa merezi, “campos de mérito o valor”; y Campanet < kanpa net, “apenas campos o terrenos llanos”. Nuevo ejemplo del cuadrado lingüístico.

cantal, n. Canto de piedra, voz muy usada en aragonés, al igual que canto, porción o pedazo. Según la RAE, de canto, extremidad o lado de cualquier parte o sitio. Extremidad, punta, esquina o remate de algo. Canto, a su vez, sigue diciendo la RAE, deriva del latín cantus, llanta de metal de una rueda, voz de origen celta. Grave error. Del ibérico kanto o kantu, roca, peña. Véase en Toponimia Calicant < kali kanto-to, “el pequeño cabezo de peñas”.

capa, n. Prenda de vestir larga y suelta… Aquello que cubre o baña una cosa. Zona interpuesta a otra u otras. Segun la RAE, del latín cappa, especie de tocado de cabeza. Error. Del ibérico kapa, id. Así, por ejemplo, Capús < kapa usta, “el manto de malas hierbas de los trigales”; Capdepera < kapa debera, “el manto de niebla que fastidia”, y otros.

cara, n. Parte anterior de la cabeza humana desde el principio de la frente hasta la punta de la barbilla. Semblante. Superficie de algo. Para la RAE, del latín cara; sin embargo, no pertenece al latín clásico anterior al siglo VI. Más prudente, Corominas la considera de origen incierto y apunta a una pervivencia de voz prerromana. Del ibérico kara, aspecto, traza. En Toponimia, Balcarca < bal kar kara kara, “terreno costanero de aspecto calizo”.

cardar, v. Preparar con la carda una materia textil para el hilado. De cardo, y este del latín cardus. En verdad, del ibérico karda, cardar, que tiene variante karba. En Toponimia, Carballén < karba lena, “la carda de la lana” 

casta, n. Casta, clase, índole, condición. Según la RAE derivado “del gótico kastan; compárese el inglés cast”. Error. Del ibérico kasta, idem. En toponimia, Castelitx < kasta elixa, “especie de pequeño templo”; Castarlenas < kasta ara lena, “clase de tierra de lena o lenera”; Castillazuelo < kasta ilar zolo, “la clase de judías de agujero”; Castanesa < kasta n eze a, “la que tiene naturaleza verde”, etc.

cautivo, n. Aprisionado en la guerra. Del latín captivus según la RAE. Añade Corominas que la variante cativo vivió hasta muy tarde (Sta. Teresa, Lope de Vega…). Más directamente, del ibérico katibu. En el Diccionario Retana, katibu: preso, cautivo. En Epigrafía ibérica, Piedra guija del Alcázar de Alcalá del Río: GUTUUKAR…KATI < GOTOR UR UKARA … KATIBU, “la gruesa lluvia las manillas … del cautivo”. 

cauto, adj. Cuidadoso, lento, seguro. Del latín cautus, participio pasivo del verbo cavere, precaver, según la RAE. En verdad, del ibérico kauto, cierto, positivo. Así, el Plomo de Ullastret 1.967 nos dice: PORAKAU < PORA KAUTO, “hembras de vientre cierto”.

celda, n. Cada uno de los aposentos en que se encierra a los presos en las cárceles celulares. Aposento individual en colegios y otros establecimientos análogos. Del latín cella según la RAE. En realidad, del ibérico zelda, aposento, refugio. Estela de Cretas: KALUNZELDAR > KALU(S) N ZELDA-RA, “el pórtico hacia el refugio”; Estela de Cabanes: ZELDAR : NI < ZELDA – RA : NI, “juntos para siempre en el refugio”.

coma, n. Voz catalana, de amplia difusión por Cataluña, Baleares, Ribagorza, etc., mal defininida por Corominas como “valleta poc fonda”. Vease Coma en Toponimia altoaragonesa, nº 99. El gran erudito catalán la hace derivar de cóm, pequeño cuenco para dar de beber a los animales, y ésta del céltico cumbos. En verdad, se trata de una composición de la lengua ibérica formada por gona o kona (falda) + oma (cerro, montaña), de modo que kon(a)oma (elipsis al final del primer termino) nos lleva a ko(no)ma y koma, por haplología, con significado de “la falda de la montaña o cerro”. Ver, entre varias decenas de casos, Comasema > koma zena, “la coma del difunto”, en Baliaride.  

contra, prep. Denota la oposición y contrariedad de una cosa con otra. Dice la RAE que procede del latín contra. Ahora bien,la lengua ibérica dispuso de esta misma voz ¿5000, 6000 años antes?. Diccionario Retana kontra, idem. En Toponimia, Contraix < kontra ixi, “contra la cerrada”.

corona, n. Cerco de flores, de ramas o de metal que se ciñe a la cabeza, insignia honorífica o símbolo de dignidad. Cima de una colina o de otra altura aislada. Para la RAE, del lat. corona, y tras esfuerzo tan considerable, queda exhausta. La lengua ibérica poseía la voz koro, bóveda, techo, que, con regularidad plena, se aglutinó al pronombre relativo -na, la que es, la que tiene, con lo que el sentido primitivo y completo de la composición korona es “la que tiene un círculo, bóveda o techo”. La encontramos en topónimos tales como Croqueta < koro-keta, “lugar abundante en bóvedas”; Cierco, y otros.

corteza, n. Parte exterior y dura de ciertos frutos y algunos alimentos, por ejemplo, el limón, el pan, el queso,etc. Según la Academia, del latín corticea, fem. de corticeus. La lengua ibérica dispuso de la voz kortika, corteza. Bronce de Luzaga: KORTIKA, “corteza de ciertos árboles para curtir”.

cuba, n. Recipiente de madera que sirve para contener agua, vino, aceite u otros líquidos. Para la RAE, del latín cupa. Sin embargo, en lengua ibérica encontramos la voz kuba, jarra. Plomo nº 1 de Javier Velaza KUBAGEITESKI < KUBA GEITA ESKI, “con una jarra de más en la mano”. Obsérvese la traslación semántica desde jarra (recipiente) a cuba (idem). Cuadrado lingüístico.

dátil, n. Fruto de la palmera datilera. Del catalán dàtil y éste del latín dactylus, según la RAE. Sin embargo, no es posible ignorar la voz ibérica data, dátil, acreditada en el Plomo de La Serreta de Alcoi, en el que se pide a La Madre que cuide… DATULA < DATA ULA, ”igualmente los dátiles”. Más aún: el paso de data a datil es de extrema precisión y belleza, perdida para los latinistas y formalistas. Como es evidente y hermoso, los dátiles penden agrupados mediante largos pedúnculos del mismo color dorado, con lo que el conjunto arracimado toma el aspecto de una rubia cabellera. En ibérico, pelo, cabello y cabellera se designa con la voz ile. La aglutinación data + ile se resuelve con tota regularidad mediante elipsis al final del primer término: dat(a)ile > datile. Se da asimismo la caída de la vocal átona final, esto es, datil(e). El sentido literal de datil es, en consecuencia, “cabellera de dátiles”. El paso de “cabellera, racimo o grupo de dátiles” a “los dátiles” y “el dátil” no ofrece dificultad alguna. Tampoco el cambio de tonicidad, probablemente por contaminación. 

don, n. Dádiva, presente, regalo. Bien natural o sobrenatural que tiene el cristiano, respecto a Dios de quien lo recibe. Del latín donum, según la RAE. Pero más directo y antiguo es el origen en la voz ibérica done, como resulta, entre otros ejemplos, del Plomo de Solaig, en el que se suplica a La Madre EGIARDONE < EGIAR DONE, “el don de la verdad”.

-dura, suf. Indica acción, efecto, y forma sustantivos verbales. Del latín -tura según la RAE. Existía ya en lengua ibérica. Plomo de la Serreta de Alcoi: ZESGERSDURAN < SESU GEREZ-DURA AN, “que el sosiego actúe en nosostros”. También en el Plomo de Vall d´Uxó: ANTINILIDIDURANE < ANDI IN ILI IDU-DURA BANE, “de tener la destreza de la ciudad de engaños mil”

embat, embate, n. Viento fresco y suave que sopla en verano a la orilla del mar. Según la RAE, de embatirse (embestirse, acometerse). Error derivado, como siempre, de la ignorancia de nuestra lengua ancestral y propia y, a falta de su conocimiento, de la caída en el estúpido método comparativo. Para el Dic. Retana, enbat es brisa agradable que sigue a un gran calor; viento del NE… En verdad es voz ibérica pura vigente hasta el día de hoy. Véase el texto del llamado “Vaso de Aragón” que dice ENBAABINER < ENBAT ABI NERE, “la brisa de mi espacio interior”. 

ensayar, v. Probar, reconocer algo antes de usarlo. Preparar el montaje y ejecución de un espectáculo antes de ofrecerlo al público. Hacer la prueba de cualquier otro tipo de actuación, antes de realizarla. Según la RAE, deriva de ensayo y éste del latín exargium, peso. Grave error. La lengua ibérica contaba con la voz enseia, intentar, probar, ensayar. Plomo de Vall d´Uxó: GEI EDIN ZI ADA ENSEIA, “quiero intentar coger las bellotas de las ramas”.

era, n. Extenso período histórico caracterizado por una gran innovación en las formas de vida y la cultura. Dice la RAE que procede del latín aera. En verdad, del ibérico era, tiempo, época. Su presencia en textos epigráficos es muy extensa: TIKA ERA EPAN-EN, “el tiempo de resentimientos se acabó”; Estela Museo de Sagunto, Estela de San Román (Barcelona), Gran Bronce de Botorrita, etc. 

escarda, n. Guijas, trozos de piedra que resultan del trabajo del cantero (en aragonés). En el Dic. Retana nos topamos con las voces ezkarda y eskarda, con valor de guija, aguijón. En Toponimia, Escarpinosa < eskarda pin osa, “el aguijón airoso y perfecto”.

escarrón, n. En aragonés, arce, árbol de la familia de las aceráceas… El Diccionario de la RAE presenta la voz escarrio, y dice que procede del euskera askarr, arce y quejigo. Aplaudamos por una vez a la RAE que llega casi a la mitad del camino etimológico: solamente (¡!) le falta reconocer la identidad del vasco antiguo con la lengua ibérica e interpretar ésta correctamente. El Dic. Retana contiene las voces ezkarro y azkarro, arce. En Toponimia, véase Remáscaro < mear azkaro, “la angostura de los arces”.

estancar, v. Detener y parar el curso y corriente de un líquido. Según la RAE, del latín vulgar extancare y éste del celta ektanko. Un error más. La lengua ibérica dispuso de la voz estanku, cerrado. El Bronce de Luzaga menciona entre las obras y manufacturas propias de sus habitantes STAN < (E)STAN(KU), “diques”.

garra, n. Mano o pie del animal cuando están armados de uñas corvas, fuertes y agudas, como el león y el águila. Mano del hombre. De garfa, según la RAE, lo que constituye un tremendo error. Del ibérico agarra, espino o zarza, cualquier arbusto con púas fuertes, capaz de herir o sujetar. Ej.: Magarrofas < m-agarra-opaz, “se dan las garraberas”. Agarra sufrió la aféresis de vocal inicial silábica, (a)garra.

gato, n. Mamífero carnívoro de la familia de los félidos, digitigrado, doméstico … Del latín cattus según la RAE. Asimismo, en lengua ibérica, katumao, kattu y katu, gato. En Toponimia, Gatobes < katu opez, “gatos salvajes de rayas atigradas”; Catuarta < katuarde-di a, “el lugar de las ardillas”.

gente, n. Pluralidad de personas. Según el Diccionario de la RAE, del latín gens-tis. Estamos en realidad ante un nuevo ejemplo del cuadrado lingüístico ibérico-etrusco (AB), etrusco-latín (BC), latín-romance (CD) e ibérico-romance (AC). Así, el objeto claviforme de la colección Pellicer contiene la lectura siguiente: GENTE BAIA, “los defectos de las personas”.

girar, v. Mover una figura u objeto alrededor de un punto de su eje. Del latín gyrare, según la RAE. Pero el ibérico dispuso de la voz gira, que pasó a pronunciarse jira, con valor de giro o vuelta, además de xiri (vasco txiri), viruta o rizo. En Toponimia, véase Chiribeta < xiri beta, “las ondulaciones de la faz”. Nuevo ejemplo del cuadrado lingüístico.

gos, cocho, n. Perro. Ciertamente el ribagorzano cocho debe ser explicado en íntima conexión con el catalán gos y sus variantes goç, goso, gossa, goçet, gosset, gous, etc. Corominas considera que gos es voz tardía que vino a sustituir a ca (del latín canis). Que, en efecto, ca, can, cans entró en competencia con gos y sus variantes para designar el mismo concepto no ofrece duda alguna pues hay áreas en que predomina cans sobre gossos y a la inversa, mientras que en áreas de predominio de cocho, gos, gosso se utiliza una voz tan genuina como “canina” para calificar el hambre extrema (fame, fambre, famera). En cambio, el que gos, gosso, kotxo y cocho sea una voz reciente no concuerda con la realidad histórica, como veremos. Sigue afirmando Corominas que gos, goso o goset proceden de la sílaba gus o cus usada para abordar, llamar o gritar al perro, lo que constituye un error grave. Sí acierta plenamente al resaltar el fuerte matiz peyorativo en gos (cat.), gous (port.) y cocho (ribagorzano). Precisamente en este notorio desprecio que conllevan estos nombres reside la explicación etimológica: la lengua ibérica contó con la voz koxo, cerdo (vascuence kotxo), intimamente vinculada con la reduplicación kotxi-kotxi, utilizada para llamar al cerdo y viva aún en ciertas áreas. De kotxo derivan voces como cochino, cerdo y también sucio (puerco en rib.), asqueroso; cochinada, cochiquera, etc. Si tuviéramos que seleccionar un nombre de animal con fuerte matiz peyorativo, quizá fuese el cerdo (cochino) el distinguido con el primer lugar. Este desprecio viene a darse la mano, en el ámbito de los animales domésticos, con el ya mencionado para gos, gosso o gosset… y rib. cocho. Para comprender este extremo debemos retroceder en el tiempo y recordar hechos determinantes: muchos perros, en apariencia sin amo, vagabundos, famélicos, enfermos de sarna o rabia, en coyunda por calles y lugares públicos, maltratados, apedreados… La traslación semántica de kotxo (cerdo) hacia gos-cocho era no solo fácil sino obligada.

El juego ya conocido de las oclusivas sonoras/sordas en ibérico (go/ko, en este caso) justifica el paso de kotxo a gotxo-goxo-gosso. En conclusión, gos, con todas sus variantes, y cocho proceden del ibérico goxo, cerdo o cochino, y por traslación semántica perro. Una hermosa confirmación de lo anterior reside en el hecho de que, estando plenamente vigente la voz genérica y despreciativa “cocho”, cuando nos referimos a un perro muy valioso (raza pura, guardián, guía, etc.), la lengua tradicional considera inadecuada la forma cocho y la sustituye por la castellana perro. La voz ibérica goxo aparece acreditada en el Plomo de Solaig que dice: GARKOXGAA < GAR KOXO GA(H)A, “que las cerdas entren en celo”.  

gozar, v. Tener y poseer algo útil y agradable. Tener gusto, complacencia y alegría de algo. Conocer carnalmente a una mujer. De gozo, según la RAE, y éste del latin gaudium. Error por desconocimiento de la lengua ibérica. Tésera de Uxama (Soria): KALDAIEGOZ > KALDA IEL GOZA, “gozadores de la pasión lividinosa”.

guapo, adj. Según la RAE, del latín vappa, vino estropeado, hombre vil, vagabundo. Igual solución en Corominas y Gª de Diego. En verdad, estamos ante la voz ibérica bapo, hermoso, fanfarrón, la cual, mediante un fenómeno fonético no demasiado frecuente pero bien conocido, transforma la oclusiva bilabial sonora en posición inicial en la semiconsonante w(a), de modo que bapo > wapo, uapo y guapo. Véanse los textos epigráficos siguientes: BIDIREBAPOZIN < BIDI IRE BAPO OZIN, “parecen merecidos los hermosos brotes para Tí”, y EDIBAPIRBETE < EDIN BAPO IRE BETE, “encuéntrame enteramente hermoso para Tí”, ambos contenidos en el Plomo de Los Villares II. 

guiar, v. Ir delante mostrando el camino … De origen incierto según la RAE. Y es que por estar tan cerca, la docta Academia no ve la solución. Del ibérico kida (guida), guiar, acaudillar. En Epigrafía ibérica, el Plomo de Pech Mahó dice así: KIDATEIKARIGANE < KIDA-TE IKARA IGAN ANEA, “guiarás los pasos de los hermanos”. Reparemos en la equivalencia ibérica KI-GUI, y en la caída de la oclusiva intervocálica, KI(D)A – GUI(D)A.

guisa, n. Modo, manera o semejanza de algo. Del germánico wisa; confróntese el inglés wise, alemán weise, según la RAE. Tremendo error en el que se manifiestan, a la vez, la falacia del método comparativo o de emparejamiento de cromos, y la ignorancia absoluta de la lengua ibérica. En ésta, hallamos la voz giza (pronúnciese guisa), manera. Ejemplo: Plomo de la Serreta de Alcoi que dice : BOA IZ TINDI GIZA DIDA, “que la corriente de agua vaya de manera poco fuerte”.

gusto, n. Placer o deleite que se experimenta con algún motivo o se recibe de cualquier cosa. Del latín gustus según la RAE. Pero también la lengua ibérica poseía la voz gustu, gusto, placer. Plomo de Ullastret (sexo) BIKILDIGUSTU < BIKO ILDI GUSTU, “la coyunda de los muertos de placer”. Cuadrado lingüístico.

hato, n. Porción de ganado mayor o menor. La RAE vacila y cae en el ridículo; “Quiza del gótico fata, vestidos. Comparese el gótico fot“. Del ibérico ato, rebaño. Ejemplos: Torrobato < torre obi ato, “la torre de la hondonada de los rebaños”; Estadilla (Statella) < ez da ato ele a, “no tiene rebaños de ganado”; Betato < bete ato, “lleno de rebaños”.

helar, v. Solidificar por la acción del frío un líquido. Del latín gelare, según la RAE. Pero la lengua ibérica usa con profusión la voz gela, hielo, helada, como se observa en el Sarcófago de La Vispesa (Binéfar): GEI GELA UR, “cantidad de agua helada”; Plomo de Solaig, Recipiente de arcilla de Ullastret, etc. Es evidente el estrecho parentesco entre el ibérico y el etrusco, pasando de este último al latín. 

higo, n. Segundo fruto o el más tardío de la higuera. Del latín ficus según la RAE. Pero también la lengua ibérica contaba con la voz ikor o igor. Así, la Tésera de “Arekorata” dice: LAZTIKO < LASTER IKOR, “los higos tempranos”. Nuevo ejemplo del cuadrado lingüístico.

hora, n. Tiempo que equivale a 60 minutos. Tiempo oportuno y determinado para algo. Momento preciso del día… Del latín hora (RAE). Pero también el ibérico tenía la voz oren que, al recibir el artículo determinado a (oren +a > ore(n)a y or(e)a), daba ora. El vaso de Kastulo contiene esta bellísima expresión: GANENIKEKIKUAOREN < GANE NIKEZ KIKUA OREN, “llevo conmigo la acechanza de las horas”.

huerto, n. Terreno de corta extensión, generalmente cercado de pared, en el que se plantan verduras, legumbres y, a veces, árboles frutales. Del latín hortus (RAE). Sin duda, del ibérico ortu. Así, el Plomo de la Serreta de Alcoi pide ORTI < ORTU IN, “que se hagan los huertos”; y el Kálato de Alloza (Teruel) ORTINDENBARKIAR < ORTU IN-DEN BARKI ARA, “clases de plantas que se crían en los huertos”. En Toponimia, Hortalux < ORTU LUGIRO, que da Ortulux (forma histórica), “hueros de terreno blando y bueno”.

ibón, n. Voz aragonesa que vale, según la RAE, por “lago en la zona de los Pirineos”. No da étimo alguno. Del ibérico ibon, “laguna formada con las aguas de manantiales o arroyos causados por las nieves derretidas”. En Toponimia, Turbón < itur-ibon, “la fuente del ibón”.

ira, n. Pasión del alma que causa indignación y enojo. Apetito o deseo de venganza. Del latín ira, según la RAE. Consta en lengua ibérica con anterioridad a la llegada de los romanos. Vaso de Lliria “El Caballo”: BANGUDURIRATIAR < BAN GUDULARI IRA TIAR, “constantemente dispuesto a la violencia de la guerra”. Nuevo ejemplo del cuadrado ling:uístico.

lana, n. Pelo de las ovejas y de otros animales que se hila y sirve para tejer. Del latín lana, según la RAE. Pero la lengua ibérica poseía la voz lena, con variante lana, de igual valor. En toponimia: Carballén < karba lena, “la carda de la lana”; Llenaria < ari-an lena ari > Alquería Allenaria, “donde los carneros lanudos”. Se manifiesta de nuevo el cuadrado lingüístico.

lapa, n. Molusco gasterópodo de concha cónica con abertura oblonga o con estrías, que vive fuertemente asido a las rocas de las costas. Del latín lappa, lampazo, según la RAE. He aquí la barbaridad del método comparativo o formal, basado en la semejanza o apariencia, en todo su esplendor. En verdad, del ibérico lapa, idem. En toponimia, Magalaf < m-agarri-lapa, “el zócalo de las lapas”.

laso, adj. Flojo y macilento. Cansado, desfallecido, sin fuerzas. En dialecto ribagorzano, con el vientre vacío, hambriento. Del latín lassus según la RAE. Pero el ibérico poseía la voz lasai o lasa, flojo, poco apretado o tirante. En toponimia, Maigualas < m-aigua-lasa, “la corriente de agua floja”; Turlas < itur lasa, “la fuente de poco caudal”. 

latón, n. Aleación de cobre y zinc, de color amarillo pálido y susceptible de gran brillo y pulimento. Del árabe latun y éste del turco altin, oro. Todo este disparate según la RAE. Del ibérico latoin, con variantes letoin, latorri, latón, hojalata. En la inscripción grabada en el Tapón de bronce de la colección Pellicer se lee: LETUIDOZ < LETO UIDE DOZIL, “tapón de bronce para el agua”.

liga, n. Masa hecha con zumo de muérdago para cazar pájaros. De origen incierto según la RAE. Démosle a la Docta Academia un poquito de certeza: Del ibérico liga, liga, pez. El tapón de la Colección Pellicer se expresa así: LIGENDEN < LIGA ENGO-EN, “liga de la máxima pegajosidad”; y la Tésera en forma de Javalí de Cuenca, ADULIGUN < ADUR LIGA UNE, “la suerte feliz de ser atrapado por una mujer”.

lisa, adj. Dicho de una superficie, que no presenta asperezas, adornos, realces o arrugas. “Voz expresiva” según la RAE : bonito expediente para no decir abiertamente que “ignoro su origen”. Del ibérico lisa, liso, pulido, resbaladizo. En toponimia, Llisat < lisa ate, “la puerta o paso resbaladizo”.

losa, n. Piedra llana y de poco grueso, casi siempre labrada que sirve para solar y para otros usos. Del celtolatín lausia, losa, voz de origen “hispano” según la RAE. En el Dic. Retana de Autoridades, lauza, loza, idem. En toponimia, Lloseta < loza-eta, “lugar de losas”; Gargallosa < garga loza, “la cumbre como una agramadera de grandes losas”.

lote, n. Cada una de las partes en que se divide un todo que se ha de distribuir entre varias personas. Del francés lot, según la RAE. Grave error. En el Diccionario Retana, lota, lote. En toponimia, Serrallot < zerra lota, “el borde de la partida de terreno”.

lupus,n. Enfermedad de la piel o de las mucosas, producida por tubérculos que ulceran y destruyen las partes atacadas. Del latín lupus, lobo, según la RAE. Del ibérico lupu, lupus, carbunco. El Bronce nº 1 de Botorrita inicia la relación de dolencias y enfermedades con la expresión LUPOS < LUPU OSU, “lupus purulento”. 

luto, n. Signo exterior de pena y duelo en ropas, adornos y otros objetos, por la muerte de una persona. Del latín luctus según la RAE. En verdad, del ibérico lutu: el bronce de Luzaga dice LUTIAGEI < LUTU IAKIN GEI, “material para imitar el luto”. 

merecer, v. Dicho de una persona: hacerse digno de premio o de castigo. Del latín vulgar merescere. Pero ya el ibérico dispuso de la voz merezi, merecer y mérito. Ej.: Campaneres < kanpa merezi, “campos de mérito o valor”.

mundo, n. Conjunto de todas las cosas creadas. Planeta que habitamos. Del latín mundus según la RAE. También del ibérico mundu, mundo. Pieza de bronce dorado en forma de bota (La Bota): IAZMUNKO < IAZ MUNDUKO, “pasan los hombres (los del mundo)”. Cuadrado lingüístico.

naba, n. En castellano, nava vale por “tierra sin árboles, llana, a veces pantanosa, situada generalmente entre montañas”. El Diccionario de la RAE la moteja de voz “prerromana” y añade: “cf. eusk. naba”. Y aquí se detiene, terne que terne en su manía de negar o ignorar LA LENGUA IBÉRICA. Del ibérico naba, llanura o tierra llana. En toponimia: Nabarri < naba arri, “la llanura de piedras”.

naranja, n. Fruto del naranjo, de forma globosa … Del árabe hispano naranga, éste del árabe narang y éste del sánscrito naranga, según la RAE. Larga e inútil excursión: del ibérico laranja, naranja. En Toponimia, Laranjassa  > la Aranjassa y S´Aranjassa, “gran cantidad de naranjas”. 

niña, n. Que está en la niñez. Que tiene pocos años. De la voz infantil ninno, según la RAE. Error por desconocimiento. Ver Plato de arcilla basta de Untermann: BABOGUOTENPOTENIN < BABO GU OT(E) EN POTE NINI, “Es posible que más que estúpidos seamos niños rendidos por el cansancio”. En Toponimia, Fonchanina < pontxa nini a, “la muñeca de la niña”.  

nulo, adj. Falto de valor o fuerza para obligar o tener efecto. Del latín nullius (RAE). Pero el ibérico contó con la voz enul, endeble, nulo, que por aféresis de vocal inicial silábica dio (e)nul. Plomo de Gádor: ENULEZKEOBEZTARIENMU < ENUL EZKE OBEN-Z TARI-EN EMUTS, “Por culpa de rendimiento nulo parando los trabajadores, 3″.

olibera, n. En aragonés, olivo. Árbol de la familia de las oleáceas, con tronco corto, grueso y torcido … Del latín olivum según la RAE. La lengua ibérica dispuso de una familia de palabras (olibondo -lieralmente árbol de las olibas -, olibo, oligo, olio), con valor de olivo y aceite. En Toponimia, Olibera (Mallorca) < olibo-era, “los olivos”; Soliba < soro olibo a, “los campos de olivos”; Solibeta < soro olibo-eta, “el lugar de los campos de olivos”.

ordio, n. En aragones cebada. En el Dic. de la RAE, hordio. Según Pardo Asso, Diccionario etimológico aragonés, del latín hordeum. Preferentemente, del ibérico ordi, barril. En esta lengua, cerveza se dice olordi, composición de olo (cebada) más ordi, y por consiguiente “cebada de barril o barril de cebada”, quizá en contraposición al barril de uva o barril de zumo de uva de que resulta el vino. Traslación semántica desde el continente, barril, al contenido, cebada. La inscripción ibérica de Sagunto dice así: OLORDIKIRS < OLO ORDI KIRS, “la cerveza excita”.

orina, n. Líquido excrementicio, por lo común de color amarillo cetrino que es secretado por los riñones… Del latín urina según la RAE. También del ibérico uro y urodi, orina y corte de orina. Bronce nº 1 de Botorrita, secuencia 46: TAURODIZ < TAI URODI-Z, “con corte o interrupción de orina”, y secuencia 49: TAURO < TAI URO, “corte o interrupción de orina”.

ota, n. Aulaga o aliaga. Voz desconocida por el Diccionario de la RAE. Procede del ibérico ote, aliaga, que al entrar en composición con el artículo a, la aliaga, da ot(e)a y ota. Así, el Plomo de Castellón dice: ULDOTEGERAIKAZE < ULDU OTE GERA IKAZE, “limpio de aliagas que quedan para hacer carbón”.

palma, n. Hoja de la palmera … Voz de amplísima difusión geográfica. Según la RAE, del latín palma, id. Pero también la lengua ibérica contaba con la voz palma, así como con palmondo, palmera, literalmente árbol de las palmas. A diferencia del latín, la voz ibérica palma puede traducirse por palma en singular, o bien por las palmas en plural dado que nombre + artículo, palma + a, da siempre palm(a)a. Muy frecuente en toponimia: Isla de La Palma, Las Palmas de G. Canaria, Palma de Mallorca, del Condado, etc.

panza, n. Barriga o vientre, especialmente el muy abultado. Según la RAE, del latín pantex-icis. Más propiamente, del ibérico panza, glotón, de vientre relleno. Tésera de Clunia (Burgos): PANZAI < PANZA AI, “con apariencia de glotones”.

par, n. Conjunto de dos personas o de dos cosas de una misma especie. Del latín par-ris según la RAE. Pero el ibérico poseía la voz pare, par, pareja, conjunto de dos. En Toponimia, Pareis (torrente de) > PARE IZ, dos torrentes o pareja de torrentes.

parte, n. Porción indeterminada de un todo. Porción que corresponde a alguien en cualquier reparto. Cada una de las personas que contratan entre sí o que tienen participación o interés en un mismo negocio. Del latín pars-tis según la RAE. Asimismo, del ibérico parte. En el vaso de Lliria “El caballo” se lee NIPARTE < NI PARTE, “siempre partícipe”. Nuevo reflejo del cuadrado lingüístico, 

pasa, n. Pasa, hablando de aves migratorias. Tiempo o época en que se da especial incidencia de un hecho o fenómeno. Según la RAE, de “pasar”. En realidad, del ibérico pasa, presente en toponimia, tal como Bialfás (Sa Pobla de) < biali pasa, “el envío de aves migratorias”; o Aiguapasa < aigua pasa, “la corriente de agua que pasa”.

pasión, n. Perturbación o afecto desordenado del ánimo. Del latín passio-nis. También del ibérico pasio, pasión. El Plomo de Ullastret (sexo) dice: PASIAGUEPE < PASIO AGUR EPE, “la pasión se acaba en breve”. Cuadrado lingüístico.

paz, n. Paz. Del latín pax-cis, según la RAE. Sin negar esta solución (acusativo pacem, que se pronuncia paquem), diremos que la lengua ibérica dispuso asimismo de la voz bake o pake, paz. Así, la Piedra de Alcalá del Río contiene la siguiente lectura: BAKEGUNTEIAAT < BAKE GUNE TEI AATE, “en la paz del lugar de refugio de los gansos”; el Denario de plata de la Carpetania: BAKEN < BAKE-EN, “la más pacífica”; la Estela de Bensafrim (Portugal): ONBAKEONTEI < ONA BAKE ONTEI, “en este lugar de paz y bienestar”; la Estela de Ourique -IV (Portugal): ZARONARBAKE < ZARO NARO BAKE, “noche tranquila de paz”.

pena, n. Castigo impuesto conforme a la ley … Dificultad, trabajo. Del latín poena, según la RAE. También el ibérico pena, pena, castigo, trabajo, fatiga. En toponimia, Femenía > pena-en iar, “el trabajo más árido”.

puerto, n. Lugar en la costa o en la orilla de un río que por sus características sirve para que las embarcaciones … Paso entre montañas. Del latín portus, según la RAE. Pero asimismo el ibérico utilizó profusamente la voz portu. Véase,por ejemplo, Porto (Portugal), “el puerto”; Portitxol > portu itxas ole, “el puerto de mar pacífico”; Portol > portu ola, “el puerto de las cabañas”; Picafort y otros muchos.

punir, v. Castigar a un culpado. Del latín punire, según la RAE. En ibérico puni, penar, castigar. En toponimia, Perpunient (nombre antiguo de Puigpunient) > pedar puni-en-te, “cuestas muy pendientes del mayor castigo o fatiga”.

punta, n. Extremo agudo de un arma blanca o de otro instrumento con que se puede herir. Extremo de algo. Del latín puncta, según la RAE. En realidad, voz prerromana (anterior a la llegada de los romanos) e ibérica. Bronce de Kortona: PUMTALOZ < PUMTA ALOZ, “un pliegue en la punta”.

quito, adj. Quito, libre, exento. Del latín jurídico y medieval quitus, según la RAE. En realidad, del ibérico kito, vacío, libre, exento. En el Plato de plata de Abengibre consta KITODA < KITO DA, “está vacío”.

retumbar, v. Dicho de una cosa: Resonar mucho o hacer gran ruido. La RAE guarda silencio respecto a su origen. Del ibérico dunbu, eco, retumbo. La tésera de Viana (Navarra) (que estudiamos en Sentencias IX) dice: ZENDUNBUIRULAZEZ < ZENDU DUNBU IRUL(I) AZ EZ, “extinguido el eco no vuelve a crecer”. 

saldo, n. Resto de mercancías que el fabricante o el comerciante venden a bajo precio para despacharlas pronto. Según la RAE, del italiano saldo y éste del latín solidus, lo que constituye un disparate. Del ibérico saldu, vender, saldar, saldo. El Plomo de Ullastret -1.967 dice SALDUKILERGU < SALDU-KI LER IN GU, “vendemos parte de lo que producimos en abundancia”; asimismo, la moneda Salduie en la que se lee SALDUIE < SALDU IES, “los vendedores ambulantes”. En Toponimia, (Bini)-Salem < saldu eme, “venta de productos”. 

salto, n. Cubrición de la hembra por el macho. El DRAE recoge la voz salta(tu), saltar, lanzarse sobre alguien. Del ibérico saltu, salto, coito. El Plomo de Ullastret (sexo) dice: SALTUKOBAGULEPEIOBEKUKUGE < SALTU UKO BAGE ULEPEI OBE KUKU-GE, “sin la debilidad de la coyunda de los que mueren de placer”; en el mismo soporte, SALTUKILEKUKU < SALTU EKILE KUKU, “el coito insistente debilita”.

sarda, n. Matorral. Según la RAE, del latín exarritare, de sarrire, romper la maleza. Perfecto ejemplo de voluntarismo latinista, ignorancia e irreponsabilidad. Del ibérico (y vasco antiguo) sarda, monte poblado de matorral. En Toponimia, Sardas < sarda-za, “gran cantidad de matorral”.

sarro, n. Sedimento que se adhiere al fondo y paredes de una vasija… Sustancia amarillenta, más o menos oscura y de naturaleza calcárea que se adhiere al esmalte de los dientes. Del latín saburra, lastre, según la RAE. Nuevo disparate. Del ibérico sarro, heces, porquerías, que con el artículo a > sarr(o)a, que vale por arrastres, deshechos, materia inútil. En Toponimia, Plan de Sarra, “el llano de los arrastres o depósitos”.

seco, ad. Que carece de agua u otro líquido. Dicho de un manantial, de un arroyo, de un río, de una laguna, etc.: faltos de agua. Del latín siccus. Más directamente, del ibérico seko o siko, seco. El Plomo de la Serreta de Alcoi dice: BELAGASIKAUR < BELAGA SIKA UR, “las praderas se sequen de agua”: la Lápida del Castillo de Sagunto, SIKEUNINEBAN < SIKU EUN INE EBAN, “cansado y rendido en un riguroso lienzo”; el Plomo de Solaig, SEKENIUZO < SEKO ENI UZO, “a mí de ser seco y arisco”: y otros muchos.

seda, n. Líquido viscoso segregado por ciertas glándulas de algunos artrópodos, como las orugas y algunas arañas… Del latín saeta, cerda. Otro disparate de la RAE que se sigue de su ignorancia y negación de la lengua ibérica. Del ibérico seda, id. Huso de hueso de la Peña de las Majadas: NERSEDIANKAKIARNI < NER SEDA IAN KAKI ARNI, “la misma seda es la segregación de un gusano”; el Plomo de Los Villares II, asimismo: SEDALIKEBAN < SEDAL IN-KE BANA, “que puedan hacerse excelentes capullos de seda”.   

seguir, v. Ir después o detrás de alguien. Proseguir o continuar. Del lat. sequire, de sequi. Más directamente, del ibérico segi (pronúnciese segui), seguir. Plomo de la Serreta de Alcoi: LEGUSEGIK < LEGUN SEGI-IK, “de seguir las lisonjas”.

tanino, n. Substancia astringente contenida en la nuez de la agalla, en la corteza de las encinas, olmo, sauce y otros árboles… Se emplea para curtir las pieles y para otros usos. Del francés tanin según el Diccionario de la RAE. Nuevo error. ´Tanino es un derivado de la voz ibérica tano o tamo, de igual valor. La tésera con forma de cabeza de lince de Villasviejas de Tamuja (Cáceres) dice así: TAMUÇIENSIS CAR < TAM(O) US(I) IKA GAR(A), “Somos del terreno muy pendiente del bosque de tanino”.

, n. Infusión de las hojas de un arbusto de Extremo Oriente… Del chino dialectal de Amoy, según la RAE. Pero, ¿podría explicarnos la Academia cómo la palabra té, que aparece escrita con significado pleno en textos epigráficos ibéricos de (al menos) 300 años antes de Cristo, pudo llegar a Ullastret (Gerona) y a la Península en general desde Amoy en tal fecha?. ¿Acaso ignora la Academia la existencia en múltiples lugares de Iberia del llamado “té de roca”, apreciado, recogido y consumido desde tiempo inmemorial?. El Plomo de Ullastret (1.967) dice: AR … BORSTE < AR … BORS TE, ”Se toma (come o bebe) … cantidad grande de té”; y en el mismo texto, más adelanre, ABARGEBORSTE < ABA ARGE BORS TE, “miel clara para la cantidad grande de té”.  

tieso, adj. Duro, firme, rígido. Del latin tensus, según la RAE. Nuevo error. Por morfología y fonética es más verosímil el étimo ibérico tireso, en el que se aprecia la conocida lenición y decaimiento de r en posición intervocálica. El Plomo de Ullastret (1.967) dice: BIGILTIRSTE < BIGI ILAR TIRESO-TE, “descuartizados secos”. 

tira, n. En aragonés, extracción y arrastre de troncos de árbol desde el bosque hasta el punto de carga. Camino, senda o rastro que dejan jos troncos arrastrados. Voz desconocida para la RAE. Del ibérico tira, tronco de árbol. Plomo nº 1 de Javier Velaza: AGETIRBAITIR < AGER TIRA BAIT DIR-DIR, “parece como un tronco que vacila”.

tirar, v. Dejar caer intencionadamente algo. Arrojar, lanzar. Derribar a alguien. Echar abajo. Desechar algo… De origen incierto para la RAE, que ni siquiera considera la virtualidad de la lengua propia. Delibérico tira, tirar. Plomo de la Serreta de Alcoi: BAZIRTIR < BAZI IR TIRA, “que rebañes arrojando fuerza de agua”; bronce de Torrijo del Campo: TIRDOKUN < TIRA DOA KUME, “deja caer tu buena disposición.

tita, n. Voz muy usual para llamar a las gallinas, no recogida en el Diccionario de la RAE (que sí recoge, en cambio, titar y titear, “de ti, repetido”). Del ibérico tita, gallina. La tésera Turiel nº 4 contiene una espléndida sentencia, y dice así: GOTINGAI : ELDIGUN : DIGO… TITENTIU < GOT(OR) IN GAI; ELD(U) IGUN; DIGO… TIT(A)-EN TIU, “Hacerse grande, conforme; madurar, un asco; más vale pollo que gallina”.

topar, v. Dicho de una cosa: chocar contra otra. Hallar casualmente. Según la RAE, de la onomatopeya top, de choque, que no puede explicar la acepción de “hallar casualmente”. Del ibérico topa(tu), encontrar, topar. Bronce de Kortona: UEIAIARGATOPESON < UE IAI(O) ARGA(L) TOP(A) ESON, “es aconsejable encontrar un palo esbelto de madera deabastada”.

turuta, n. Soldado que toca la corneta en una unidad militar. Adjetivo coloquial “turulato” según la RAE, que ignora solo el étimo sino el primitivo valor semántico. Del ibérico turrura, corneta, trompeta, graznido. Bronce nº 1 de Botorrita, secuencia 15: TURO < TURR-UR-A ON < TUR(UR)(A)O(N), “memez extraordinaria”. Obsérvese la traslación semántica desde el trompeteo alocado a “memez”.

úrico, adj. Véase orina.

vaso, n. Pieza cóncava de mayor o menor tamaño capaz de contener algo. Recipiente o depósito natural de mayor o menor capacidad que contiene algun líquido. Para la RAE del lat. vasum. Pero la lengua ibérica dispone de la voz baso, con variante basa, que vale por vaso, ciénaga, lodazal. Viene acreditada por el Diccionario Retana, y además por los topónimos (Al)basa-uba, Barbastro < bar-baso-toro, Baserca < basa-ergi-a, y otros más. Nuevo ejemplo del llamado cuadrado lingüístico.

veda, n. Acción y efecto de vedar, prohibir por ley, estatutos o mandato. La RAE, como siempre, contempla exclusivamente el origen latino: vetare. Pero el Diccionario Retana nos presenta la voz beda(tu), prohibir, la cual aparece ya en el texto del Plomo de Val d´Uxó BITIROGEBEDENSE < BITI IRO GEI BEDA ENSEIA, “quiero intentar que la afrenta entre dos sea prohibida”. Nuevo ejemplo del cuadrado lingüístico.

venta, n. Casa establecida en los caminos y despoblados para hospedaje de los pasajeros. Nuevo disparate de la RAE: del latín vendita. Claramente del ibérico benta, casa de huéspedes en los caminos solitarios. Ejemplos: Bentamillo < benta amillu, “la casa de huéspedes en el camino solitario del precipicio”; Bentolá < benta ola, “paraje o lugar de ventas”.

verga, n. Pene, miembro viril. Según la RAE, verga procede del latín virga, vara, rama, retoño, y lo mismo para Corominas. Error absoluto: la voz ibérica berga designa el pene o miembro viril del hombre y no solamente de los animales machos. El bronce de Botorrita nº 1 (hay un calamitoso consenso de la doctrina en considerarlo escrito en una lengua celta) dice BERGANDIGUN < BERGA ANDI IGUN, “hinchazón repugnante del pene”. En correlación con la etimología, la ortografía preconizada por la RAE necesita revisión.

viga, n. Madero largo y grueso que sirve, por lo regular, para formar los techos en los edificios y sostener y asegurar las fábricas. Esperpéntica solución de la RAE: del latín biga, carro de dos caballos. En verdad, del ibérico gabi, viga, madero de haya de unos 4 metros. En Toponimia, Capicorb < gabi gorbe (toda una lección de equivalencia de oclusivas sonoras/sordas), “el establo de vigas”; y Gabitzola < gabi itzal ola, “el lugar de las vigas que protegen o acogen”.

ya, adv. de tiempo. Denota el tiempo pasado. Inmediatamente, ahora mismo. Del latín iam, según la RAE. También la lengua ibérica poseyó la voz ia (ya). Así, el Vaso de plata de Abengibre dice: ELTOIA < EL-TO IA,  “gran socorro de inmediato”. Nuevo ejemplo del cuadrado lingüístico. 

zulo, n. Agujero practicado en el suelo, ya rústico ya en el de una construcción o dependencia, para depositar, guardar u ocultar en él ciertos objetos. Voz no recogida por la RAE pero introducida desde el euskera en todo el territorio. Del ibérico zulu. El Plomo de Vall d´Uxó, secuencia 30, dice: PANIIREZULU < PANINA IRE ZULU, “el agua que se filtra en la caverna”.

Continuará.

 

 

 

 

 


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