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E.- Fenómenos fonéticos.

E

 

Los clasificaremos en dos grandes apartados:

1.- De elisión.

2.- De simple alteración.

 

1.- De elisión. Se inscriben plenamente en el principio rector de la lengua ibérica, la fuerza de compresión interna que busca el acortamiento con disminución silábica; y contribuyen grandemente a configurarlo, juntamente con la norma general de acomodación –la elipsis al final del primer término- y las acomodaciones especiales. Los expondremos ordenadamente según su frecuencia y eficacia:

 

a). Apócope de la vocal átona final. Ejemplos:

ipi > ip(i) e Ip (Canal de), “el vado”.

galdara > galdar(a) y Galdar, “la caldera”.

kasta-baso > kast(a)bas(o) y Casbas, “especie de monte con árboles”.

bez-kaxa > bezkas(a) y Biescas, “como una caja”.

para-une > par(a)un(e), parun y Rapún, “el lugar de la muralla”.

kando-azi-nonsu > kand(o)az(i)nons(u), kandasno(n)s y Candasnos, “donde crece la niebla”.

Observaciones:

1ª. Busca y consigue siempre el acortamiento con disminución silábica. Compruébese.

2ª. Afecta por igual a todas las vocales, con independencia de su timbre y apertura.

3ª. Se manifiesta tanto si la acomodación ha cumplido la norma primordial –elipsis al final del primer término- como si se ha hecho por yuxtaposición necesaria.

4ª. Se presenta también junto a otros fenómenos de elisión: gara-tala > g(a)ratal(a) y Gratal,”la altura de la atalaya”.

 

b). Aféresis de vocal inicial silábica. Ejemplos:

ate-na > (a)tena y Tena, “el que tiene una puerta o paso”.

abia-ados > (a)bi(a)ados y Biadós, “el sitio de la armonía”.

abu-balz > (a)bubal(z) y Búbal, “la boca oscura”.

ele-jabe > (e)lejab(e), leja(b) y Leyá, “los dueños del ganado”.

ituri-txo > (i)tur(i)txo, trutxo y Trucho, “la fuente pequeña”.

ibar-daxe-in > (i)bardax(e)in y Bardaxín, “el valle donde se cría ganado lanar”.

Observaciones: Valen todas las expuestas en el apartado anterior. Además, la avidez de la lengua ibérica por la vocal inicial es tal que llega a elidirla aún cuando no sea silábica (intentos fallidos):

slanilge < ez lan il-ge , “no trabaja sin morir”, Pieza “hocico de cerdo”, Colección Turiel nº 5.

sdatulikun < ez da tulun ikun, “no tiene señal de ruido”, Bronce de Botorrita nº 1.

stan < estanka, “presas o diques”, Bronce de Luzaga (Guadalajara).

 

c). Síncopa de vocal tras oclusiva, seguida aquélla de consonante líquida y otra vocal igual.

En principio, existen 60 supuestos en que se puede dar la síncopa:

-Oclusiva bilabial sonora más cada una de las cinco vocales, más vibrante e igual vocal: 5 supuestos

-Oclusiva bilabial sorda más cada una de las cinco vocales, más vibrante e igual vocal: 5 supuestos.

-Oclusiva dental sonora más cada una de las cinco vocales, más vibrante e igual vocal: 5 supuestos.

-Oclusiva dental sorda más cada una de las cinco vocales, más vibrante e igual vocal: 5 supuestos.

-Oclusiva velar sonora más cada una de las cinco vocales, más vibrante e igual vocal: 5 supuestos.

-Oclusiva velar sorda más cada una de las cinco vocales, más vibrante e igual vocal: 5 supuestos.

Si en cada uno de los 30 supuestos anteriores sustituimos la vibrante /r/ por la lateral /l/ obtenemos otros 30 supuestos de posible aparición de la síncopa. He aquí algunos ejemplos:

baraz-lanzar > b(a)ra(z)lanz(ar) y Brallans.

bero-erez > rob(e)erez, rob(e)rez y Robres.

balara-biriga > balar(a)b(i)riga, bala(r)briga y Ballabriga.

borro-kolo > b(o)rokolo y Brokoló.

para-ele-a > f(a)rael(e)a y Fraella.

puru-kima > p(u)rukima y Pruquimá.

dara-ko > d(a)rak(o) y Drac.

andere-bota > and(e)rebot(a) y Andrebot.

tara-amaa-zeto > t(a)r(a)am(a)azet(o) y Tramaced.

lats-erez > lat(s)(e)re(z) y Latre.

tiri-biño > t(i)ribiño y Treviño.

gara-amara-panp > g(a)r(a)ama(ra)pan(p) y Gramapán.

kere-guen-na > k(e)reguenna y Cregüeña.

koro-keta > k(o)roketa y Croqueta.

gorri-olz > rigoloz, rig(o)loz y Riglos.

ez-buluz > esp(u)luz y Esplús.

aize-kere > aiz(e)kele, aisk(e)le e Iscles.

 

Observaciones:

  1. No siempre (“generalmente”) que se da el supuesto idóneo se produce la síncopa.
  2. Cuando la líquida es /l/ se producirían grupos consonánticos difíciles, como dl- o tl-.

3.   Tampoco se da cuando, de hacerlo, la composición resultaría difícilmente inteligible, como

            Barasona, Baraguás, etc.

      4.   No puede haber sincopa en los textos epigráficos pues, siendo silábicos los signos de ocluís-   

            siva+vocal, es imposible escribir bra-, pre-, dri-, etc.

 

d). Síncopa de la última vocal (no final) con formación de grupos consonánticos pronunciables.

Se trata de los grupos –ls, -rs, -ms, -ns, -ps, -ts y –ks. La vocal elidida precede a la sibilante /s/ o a la fricativa apicoalveolar sorda /z/. Ejemplos:

su-il-iz > suil(i)z y Suils.

bii-bil-iz > bi(i)bil(i)z y Bibils.

padu-lis > pa(d)ul(i)s y Pauls.

onzi-in-iz > onz(i)in(i)z y Oncins.

nir-iz > rinis, rin(i)s y Rins.

kiza-aniz > kiz(a)aniz, kizan(i)z y Quizans.

baso-pezo > basopez(o), basop(e)z y Basops.

ez-golo-pezo > ezg(o)lopez(o), esklop(e)z y Esclops.

boke-iz > bok(e)iz, bok(i)z y Bocs.

 

e). Caída de la consonante oclusiva en posición intervocálica. Ejemplos:

iberz-ipar > iber(z)i(p)ar, iberia(r) e Iberia.

ispas-n-ipar > ispa(s)ni(p)ar, ispania(r) e Ispania.

pera-ara-uga > per(a)ar(a)u(g)a y Perarrua.

belan-uga > bellanu(g)a y Billanua.

padu-lis > pa(d)ul(i)s y Pauls.

nuku-uka-agi-aur > nuku uka a(g)i au(r), Estela de piedra de Clunia.

 

f). Haplologías. Han sido mencionadas como acomodaciones especiales. Pero su aplicación es constante, afectando a fonemas, sílabas o partes de formas, contiguas o separadas pero siempre repetidas, dentro de la composición. Su valor como manifestaciones de la fuerza de compresión interna es muy grande. Es momento adecuado para matizar que las haplologías, al igual que otros fenómenos de elisión, son más frecuentes en la toponimia que en la epigrafía, como si la concisión un tanto nerviosa de la comunicación oral se contrapusiera a la calma y rigor morfológico de la escrita. Ejemplos:

torre-ziurtate > torreziu(r)tat(e) y Torreciutat.

ain-zain > ainza(in) y Ainsa.

ordo-ikus-iko > ord(o)ikus(ik)o y Ordikuso.

borbor-aur > bor(bor)au(r) y Borau.

alka-n-ater-ere > alkanater(er)e, alkanat(e)re y Alcanadre.

igal-algu > igal(al)gu,  Denario de plata de la Carpetania.

bakun-gogo-on-il-boate > bakungo(go)onilboate, Estela de Ourique I.

Usama-adar-maka-gara > Ux(a)m(a)(a)da(r)makagar(a) y Uxmdamakagar, Tésera de Uxama.

 

g). Debilitamiento y caída de la vibrante en posición intervocálica. Si la /r/ sufre procesos de reforzamiento o palatalización a /R/, también sigue, en ocasiones y cuando se encuentra en posición intervocálica, el camino inverso de lenición y caída. Ejemplos:

geri-ere > ger(i)e(r)e, gere(e) y Gere.

ordo-aberexe > ord(o)abe(r)ex(e), ordabe(e)x y Ordobés.

arta-soro > artaso(r)o y Artaso.

igon-igeri > igonige(r)i, “progresar mucho”. Estela de Iglesuela del Cid, Teruel.

ire-unzi-tira > i(r)(e)unz(i)tir(a) y iunstir, “a Ti el vaso de súplicas”. Varios plomos ibéricos.

ernare-pora-kauto > erna(r)eporakauto, “hembras en celo de vientre seguro”.Plomo de Ullastret.

terea tiresu > terea ti(r)esu, “descuartizados tiesos”, Plomo de Ullastret 1.967. 

h). Enmudecimiento de consonantes finales. Manifestaciones constantes de este fenómeno no reglado taxativamente, atendiendo exclusivamente a la inteligibilidad del texto:

basa-erten > bas(a)erten y baserte(n).

ira-derden > ir(a)derden e irderde(n).

aire-bolbol > air(e)bolbol y airbolbo(l).

saitu-aire-bior > saituair(e)bior y saituairbio(r).

guzur-oker-ekar > gu(z)u(r)okerekar y guuokereka(r).

moa-orsto > moaorst(o) y moaors(t).

ibar-baro-borz > iba(r)baroborz e ibabarobor(z).

mauma-on-na-gukez > mau(m)(a)onnagukez y mauonnaguke(z).

botu-orizka > botuorizk(a) y botuoriz(k).

 

2.- De simple alteración. Nada tienen que ver con la fuerza de compresión interna de la lengua ibérica, no buscan el acortamiento con reducción silábica y no suelen producirlo. Pero, en muchas ocasiones, introducen alteraciones formales tan fuertes que el párrafo o retazo de la conversación se constituirá en un arcano para los seguidores del método comparativo. Son los siguientes:

 

a). M inicial protética. Siempre, sin excepción la m- tiene este carácter. Ello exige que, cuando de efectuar el análisis morfológico se trata, debemos empezar por separarla y trabajar como si no existiera. Ejemplos:

m-on-da-n-ia-na > mondaniana y Montañana.

m-ontu-ixo-n > mont(u)ixon y Monzón.

m-azko-une > mazk(o)un(e) y Mascún.

m-orre-ano > morr(e)ano y Morrano.

m-oma-gaztelu-eregi > momagazter(u)ereg(i), momagazt(e)re(re)(g) y Momagastre.

m-aigua-lasa > maigualas(a) y Maigualas.

m-ila-arsu > milars(u) y Millars.

 

b). R inicial procedente de metátesis. Solamente en toponimia, pero de constante aparición. O se domina este fenómeno o un gran número de topónimos ibéricos perderán este carácter, pues se entiende, sin mayor averiguación, que la lengua ibérica (y el vasco antiguo) no posee formas sustantivas ni verbales con R-. Ejemplos:

garita-el > garit(a)el y Rigatell.

sorderi > resordi y Resordi.

para-une > par(a)un(e), rapun y Rapún.

barri-gotia > ribagortia y Ribagorza.

nir-ain > raniin y Rañín.

dart-ike-ero > rad(t)ik(e)ero y Radiquero.

bir-ele-a > ribel(e)a, rebila y Rebilla.

narda > randa y Randa.

xeraxka > rexa(x)k(a), reixak y Reixac.

piro-ata > pir(o)ata, rapita y Rápita.

 

c). Otras consonantes protéticas. Vienen a “tapar” el “frente descubierto” que presentan los nombres con vocal o diptongo inicial. La principal, después de la m- ya estudiada, es la /g/. Ejemplos:

g-uar-a > guara y Guara.

g-arzi-ipo-lera > garz(i)ipolera y Garcipollera.

orren-ear > orr(e)(n)ea(r), urrea y Gurrea.

g-uar.in-za > guarinza y Guarrinza.

g-abarri-eto > gabarr(i)et(o) y Gabarret.

 

d). f procedente de p. La oclusiva bilabial sorda /p/, a través de la aspirada /ph/ suele llegar a /f/. Este fenómeno se aprecia, como los anteriores, en la posición inicial, pero también en cualquier otra. Ejemplos:

paba-na > phabana y Fabana.

piska-ale > phisk(a)al(e) y Fiscal.

puru-laa > ph(u)rula(a) y Frula.

panto-oba > phant(o)oba y Fantoba.

kopa-ita > koph(a)ita y Cofita.

lats-sen-tipi > la(t)(s)sentiph(i) y Lasentif.

 

e). Equivalencia y sustitución de oclusivas sonoras/sordas. Muy importante. La sílaba formada por una consonante oclusiva sonora, /b/ por ejemplo, y una vocal, se representa en lengua ibérica por un solo signo que, por ello, se denomina “silábico”; la correspondiente oclusiva sorda, /p/ en este caso, más la misma vocal, se representa por el mismo signo anterior. Dicho de otro modo, dos sílabas castellanas bien diferenciadas, como por ejemplo bi-pi, tienen el mismo signo en la escritura ibérica. Habida cuenta de que existen cinco vocales (como en castellano y vasco antiguo) y tres clases de consonantes (según el punto de articulación), llamadas bilabiales, dentales y velares, obtenemos quince parejas de sílabas equivalentes, representadas en lengua ibérica por quince signos silábicos, que se corresponden a treinta sílabas castellanas. En detalle:

-ba-pa, be-pe, bi-pi, bo-po y bu-pu, con oclusivas bilabiales: 5 signos, 5 parejas de sílabas equivalentes en lengua ibérica y 10 sílabas diferenciadas en castellano.

-da-ta, de-te, di-ti, do-to, y du-tu, con oclusivas dentales: como el apartado anterior.

-ga-ka, ge-ke, gi-ki, go-ko y gu-ku, con oclusivas velares: como los apartados anteriores.

En consecuencia:

  1. En posición inicial o en cualquier otra, un signo silábico ibérico tiene siempre dos lecturas. En la trascripción (paso 1º) de los textos ibéricos deben plantearse siempre las dos por igual. Por ejemplo: la inscripción en el denario de plata de Bolskan debe ser trascrita así: BO(PO)-L-S-GA(KA)-N.
  2. La “fijación de la secuencia” (paso 2º), esto es, la elección de una alternativa en detrimento de la otra, debe hacerse conjuntamente con el análisis morfológico (paso 3º), cuyo resultado (la determinación de las formas concurrentes) quedará refrendado necesariamente por el análisis fonético (paso 4º), el cual nos mostrará la concurrencia de uno o más fenómenos fonéticos “catalogados” como propios de la lengua ibérica. Todos estos pasos -más los siguientes, lectura (5º) y traducción (6º)- serán ampliamente expuestos en la Introducción a la Epigrafía ibérica.

 

  1. No obstante lo anterior, en multitud de ocasiones la elección de alternativa no será precisa puesto que las dos formas (con oclusiva sonora y con oclusiva sorda) se han manifestado por igual en el léxico iberovasco, lo que resulta absolutamente normal y hasta obligado si partimos de aquella equivalencia de sílabas. Tan solo unos pocos ejemplos:

bara/para : poner, colocar.

-be/-pe: debajo de.

bidai/pidai: viaje.

bonz/ponz: panza.

buka/puka: acabar, gastar.

daratelu/taratelu: taladro.

-de/-te: sufijo de nominalización.

dilin-tilin: campanilla, sonido de la campanilla.

doke/toke: juego de la raya.

dupa/tupa: tonel.

gabe/kabe: sin

ge/ke: humo.

gibel/kibel: espalda.

gorbe/korbe: establo.

gune/kune: paraje, lugar.

  1. En la toponimia, la elección sonora/sorda nos viene dada por la pronunciación, sea actual o  histórica. Pero esta elección debe ser entendida en sus justos términos pues es puntual y no definitiva, ya que la variante “despreciada”, la no expresa y que por ello venimos llamando “forma oculta”, puede reaparecer en cualquier momento. Tan solo tres ejemplos:

      a).  En Mallorca existe una cala llamada Güia, “la cuna”, por ser ésta la forma que tiene con        

            toda evidencia. Muestra oclusiva velar sonora, pero la forma correspondiente con sorda,

            kuia, aparece en el léxico iberovasco.

      b). El topónimo Tramaced, que procede de tara-amaa-zeto (o zedo), ha preferido la sonora,

            mientras que la documentación histórica nos muestra la sorda, Tramacet.

      c). Capicorb, magnífica estación talayótica mallorquina, viene de gabi-gorbe, en el que la   

           voz gabi vale por viga de unos 4 metros; no muy lejos Gabitzola, que viene de gabi-itzal

           ola, muestra la o.v. sonora frente a la o. v. sorda de Capicorb.

  1. En muchas ocasiones, la elección viene determinada por razones de léxico. Sólo una de las variantes evita la confusión, mientras que la otra cae en una polisemia enojosa. Ejemplo: ipar significa “norte” pero su forma oculta, ibar, designa al “valle” e incluso al “río”. 

  

f). Desasimilación de nasalidad. Cuando en una composición o derivación que tiene M- inicial (siempre protética), si en el interior de la misma existe otra nasal, ya bilabial /m/, ya prepalatal /n/, suele deshacerse la similitud (desasimilación) de nasales mediante la sustitución de la inicial por otra bilabial, con preferencia la /b/. Ejemplos:

m-orna-eta > morn(a)eta y Borneta.

m-arno-iza > marn(o)iza, barniza y Bernisa.

m-uni-ola > muniola y Buniola.

m-ona-bera > monaber(a) y Bonaba,

m-inda-gere-ele-a > min(d)ag(e)r(e)el(e)a y Binagrella.

 

g). Semiconsonante w(a). En determinadas condiciones, especialmente cuando la forma simple o la composición empiezan por ba- (también la encontraremos en posición interior), aparece el sonido semiconsonántico w(a) > gua. Ejemplos:

bapo > wapo, uapo y guapo.

baso > waso, uaso y Guaso.

bati-iz-al-eman > wat(i)izalema(n), uatizalema y Guatizalema.

 

Nota.- Algunos de los fenómenos fonéticos “de simple alteración” que acabamos de reseñar son exclusivos del inicio de la forma simple, derivación o composición: letras a), b) y c). Otros tienen un campo de actuación superior, pues aparecen en el interior e incluso en posición final: letras d), e), f) y g), pero también en posición inicial. Si a todo ello sumamos un fenómeno de elisión como la aféresis de vocal inicial silábica, resulta que la posición inicial es la más inestable, lo que supone una dificultad añadida para la interpretación de la lengua ibérica, a la par que un obstáculo muy grande para los seguidores del método formal, comparativo o de emparejamiento de cromos.

 

h). Ensordecimiento de oclusiva sonora tras consonante continua: l, n, r, s, x y z. Muy frecuente y siempre en posición interior. Ejemplos:

bol-da-n-ia > boltania y Boltaña.

andi-iloe-n > ant(i)ilo(e)n y Antillón.

pondu-g-ata > font(u)gata y Fontgata.

zur-di-a > zurt(i)a y Surta.

be-zur-di-a > bezurt(i)a y Besurta.

bese-gose > bes(e)kos(e) y Bescós.

ara-asko-gose > ar(a)as(k)(o)kos(e) y Arascués.

ax-gazi-on > axkaz(i)o(n) y Ascaso.

ez-bola > ezpola, iezpola y Yéspola.

ez-bier-lo > ezpierlo y Espierlo.

 

i). Alternancia r/l. Ejemplos:

fara-mairu-etxe > f(a)lamaire(tx)(e) y Flamaire.

moro-a > mol(o)a y Mola.

kar-biar > kalbia(r) y Calbiá.

za-anta-eremu > z(a)ant(a)el(e)m(u) y Santelm.

arari-on > alar(i)o(n) y Alaró.

m-ola-tei > morat(e)(i) y Morat.

 

j). Palatalización de n > ñ. Contemplamos estos tres supuestos de aparición de ñ:

- nn > ñ. Ejemplos:

  armo-en-na > arm(o)enna y Armeña.

  ibar-guen-na > (i)barguenna y Bargüeña.

 

-gn y ng > ñ. Ejemplos:

 gara-angel-n > g(a)r(a)ange(l)n y Grañén.

 on-ti-igan-en-na > ontig(a)ne(n)na y Ontiñena.

 

- ni e in > ñ. Ejemplos:

  kana-iardoki > kan(i)iardo(k)(i) y Cañardo.

  panin-an-ax > fani(n)anax y Fañanás.

  are-in > areñ y Areñ.


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© Bienvenido Mascaray bmascaray@yahoo.es

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