Toponimia
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Es una bonita aldea situada en la ladera izquierda, aguas abajo, del río Real, a 1.300 m de altitud. Contaba con un censo de 20 habitantes al 1 de enero de 2.005. Pero debemos centrarnos en nuestro cometido: la visión propia del lugar “orientada” por el análisis del topónimo hecho en el “laboratorio”.
A pocos metros de la entrada hacia Parzán, un poquito más arriba y también por el costado izquierdo, sale la ruta hacia Chisagüés. Pronto gana altura por la ladera de aquellas ripas, describe varias lazadas y se acerca a la aldea. Buscando un buen otero, me detengo justamente en el punto en que parte de la carretera la vía encementada que penetra en el pueblo. De espaldas a éste, miro hacia Parzán: las ripas de Angorrués por el lado izquierdo y el plano fuertemente inclinado que desciende desde la alturas de la sierra de Espierba y El Cuezo (2.049 m) por el derecho convergen formando una perfecta V en cuyo vértice se halla el cauce del río Real; por la abertura y en el llano, algunas casas de Parzán. Giro sobre mí mismo y contemplo la aldea: esta vía o calle que se dirige a ella no es recta; bien al contrario, describe un amplio arco, adaptándose a la ladera que deja aquí una cierta amplitud en la que se alojan las casas, la iglesia, la plaza, algunos cuadros de tierra. Por lo vista hasta ahora, desde la V de entrada y subiendo por el río llegamos a la boca o cavidad bucal, ciertamente no demasiada amplia. Pero lo que acaba de configurar la imagen a la perfección es que, de inmediato y por encima del pueblo, el cauce del río vuelve a hacerse angosto, yo diría que hasta espectacularmente angosto, en la garganta del río Real.
Chisagüés es una composición ibérica formada por tres elementos. El primero es la voz gisa (pronúnciese guisa) que significa guisa, modo, manera, y que ha llegado viva hasta la lengua de hoy en expresiones como “llevaba a guisa de…” o “de tal guisa”. Tiene toda la legitimidad ibérica posible pues aparece en un texto epigráfico, Plomo de la Serreta de Alcoi, en la expresión boa iz tindi gisa dida, que significa “que la corriente de agua vaya de manera poco fuerte”. La letra /g/, que en ibérico representó siempre el sonido oclusivo velar sonoro, pronto, con el olvido de esta lengua y predominio del latín, pasó a representar ante e-i el fricativo velar sordo /j/,y de éste al africado prepalatal sordo /ch/, de lo que tenemos infinidad de ejemplos, como Gia (guia) > Gia (jia) > Chía, en Ribagorza, Gistau-Chistau, Juseu-Chuseu, Jinasté-Chinast, etc.. El segundo elemento es la voz ago, boca, que tiene variantes tales que aho y abo. Por último, el sufijo –z, uno de cuyos valores, tras un sustantivo es el de “como”. Entre gisa (chisa) y ago hay elipsis al final del primer término por encuentro de vocales iguales, chis(a)ago, y tras la incorporación de –z, la consabida diptongación o > ue, de modo que chisagoz >chisagüés. La traducción no puede ser más sencilla: Chisagüés significa “como a manera de una boca” (garganta incluída). Si alguien no puede desplazarse a Chisagüés pero dispone de un buen mapa con las coloraciones bien hechas según alturas (como por ejemplo el de SUA Edizioak), verá perfectamente dibujada la boca descrita.
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