Toponimia
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En el capítulo anterior, dedicado a Angüés y Arascués, calificábamos de “netamente montañés” al sufijo de propiedad –os (-oz, -otz), juntamente con sus variantes –ués, -ué y –ui. En efecto, mientras que en las cuatro comarcas del Altoaragón adosadas a la línea de altas cumbres pirenaicas hemos localizado más de 50 topónimos de propiedad, en las seis restantes (Litera, Cinca Medio, Somontano, Hoya de Huesca, Monegros y Bajo Cinca) la cifra apenas llega a la docena. Más aún, en estas últimas, las escasas apariciones se sitúan en los límites de las cuatro pirenaicas, quedando, por el sur, una amplia franja absolutamente libre de tales topónimos. Por otra parte, apuntábamos asimismo que, ciñéndonos a la comarca de la Hoya de Huesca, aparecía la variante –ués (pensando en los dos ejemplos principales (Angüés y Biscarrués), si bien no faltaba la modalidad –ué en otros lugares menores, como los que nos ocupan aquí: Bentué de Rasal; el muy próximo, aunque perteneciente ya al Alto Gállego, Bentué de Nocito y, finalmente, el también hoyense Belsué. Procedamos a su estudio.
BENTUÉ DE RASAL.- “Lugar de 6 habitantes; a 914 m de altitud. Censaba 247 h. en 1.900. Situado en la pista asfaltada que une Arguís con Rasal. Se menciona en 1.198. Población encerrada entre montañas, sierra Presín, Peiro, Fabosa, Caballera y tozal de La Pardina. Casco urbano concentrado en ladera de suave pendiente orientada al sur. Está distribuido en dos barriadas enlazadas por la carretera que es la calle principal. Importante grupo de bordas tradicionales al sur del núcleo. Las construcciones conservan con bastante integridad su arquitectura tradicional de piedra, levantada mayoritariamente en el siglo XVIII… Hay ruina puntual y edificios de nueva planta. La parroquial de S. Cristóbal parece del siglo XVII: nave rectangular cubierta con lunetos, puerta adovelada al sur y torre al lado de la epístola; extraño pórtico aclaustrado con vanos geminados cegados de difícil interpretación, reminiscencia de modelos generalizados en época románica, según A. y J. Naval; el acceso al pórtico rompe uno de los vanos, indicando existencia anterior a la reforma del templo en el siglo XVII…. En el barrio occidental se levanta un morrón dentado que los vecinos llaman Castillón, sin restos constructivos pero con cerámica medieval. Molino harinero en caserío aislado a orillas del río Garona; balsa irregular, cárcavo sin rodete y sala industrial vacía, con una muela formando parte del pavimento. Despoblado medieval de Novellano, con necrópolis de lajas. Pozo de nieve de Mata Menuda” (A. Castán, Lugares del Alto Aragón).
En lengua ibérica benta significa “casa de huéspedes en caminos despoblados”, y también ventero, posadero. Ya hemos hablado de la situación de Bentué en un camino secundario, a media distancia entre Arguís y Rasal. No parece nada extraño que en ese punto existiera una primitiva venta o posada, tal como sucede, por ejemplo, con la Venta Ballerías. La presencia de esta voz benta está bien probada con topónimos como Bentamillo o Bentolá. Otro indicio, bien significativo, es la existencia en el mismo municipio de Arguís de los llamados Mesón de la Foz y Mesón Nuevo, éste con vestigios románicos y ambos situados en viejos caminos de herradura.
Bentué es una derivación en la que al sustantivo benta viene a unirse el sufijo de propiedad –os. La unión tiene lugar siguiendo la regla de elipsis al final del primer término, de modo que benta+os > bent(a)os, y por diptongación y enmudecimiento de s final, Bentué. Su significado, “la propiedad del ventero”.
BENTUÉ DE NOCITO.- Localidad perteneciente al municipio de Sabiñánigo, comarca del Alto Gállego, a ¾ de hora de camino de Nocito, municipio de Nueno (Hoya de Huesca). “Lugar sin censo oficial -1 habitante en 2.006 -; a 1.025 m de altitud. Tenía 44 habitantes en 1.900. Acceso por la pista de tierra que arranca de Nocito. Su primera mención es de 1.038-1.049. En reducido espacio de fondo de valle se ubicaron seis viviendas, la iglesia, algo despegada al norte, y unos cuantos edificios de apoyo. Dos calles unían todas las construcciones, en amplios solares de desarrollo horizontal y sin medianiles. La localidad se despobló entre 1.960-70, volviendo a ser habitada en fechas recientes. Hay ruina puntual pero también casas rehabilitadas. Domina la piedra pero también se ve alguna puerta con arco de ladrillo, típica incursión de materiales propios de la tierra llana en algunos lugares de la Depresión Media. Siguen humeando un par de chimeneas tradicionales, una de gran alzada en casa Lloro. Herrería de 1.859. La parroquial de S. Pedro, en mal estado de conservación, es románica, remodelándose en los siglos XVII y XIX; nave rectangular cubierta con bóveda de lunetos y ábside semicircular; puerta adovelada y con pequeño escudo en la clave; torre adosada al muro meridional, con sacristía en los bajos” (A. Castán, obra citada).
Este Bentué se sitúa en el mencionado camino que, partiendo de Nocito, lo sobrepasa en dirección a Used primero y Bara después, junto al naciente río Alcanadre. Desde Bara, malos caminos de herradura conducen a los hoy despoblados núcleos de Nasarre, Miz y Bibán. En cuanto a su etimología, vale lo dicho para su parónimo Bentué de Rasal.
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