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Bei Marí

Balear

Situación: Sóller, 8-F-1 y 8-F-6; Deiá, 8W-B-6; Artá,13-B-6; Bei Marí Alts i Baixos; Capdepera, 22-F-10.

Étimo: bei mari.

Interpretación: vacas marinas.

Las focas son mamíferos carnívoros pinnípedos, de cuerpo fusiforme y patas en forma de aletas rematadas en uñas, adaptadas uno y otras a la natación. Se incluyen las especies del género phoca, como la foca común, y del género monachus, como la foca fraile del Mediterráneo. Estos géneros pertenecen a la familia de los fócidos, en la que, además, se inscriben las focas fraile, la de casco y el elefante marino. Pero en cualquier tratado de Zoología, e incluso en una enciclopedia, hallaremos la referencia a las “vacas marinas” en la que se incluyen el manatí, la ritina y el dugón. Tal denominación, tan popular y acientífica (similar a la de “elefante marino”), debió de ser inicialmente más comprensiva, no limitada a tres especies, ártica una, sudamericana otra, y malásica la tercera, extendiéndose por apariencia formal a las focas. Inicialmente pues, vacas marinas igual a fócidos y sirénidos en todos sus géneros y especies, con la indeterminación tan usual en el mundo animal y vegetal.

Hablando el Archiduque de la caza de las focas dice que “van a dormir en los solitarios lugares de la costa, especialmente en las oquedades que se abren frente al mar”. Y se extiende en detalles de la caza que debió de ser muy eficaz, lo que unido a la pérdida del carácter “solitario” de muchos parajes, concluyó con la lamentable extinción de las focas en Mallorca y en casi todo el Mediterráneo. Sin ánimo exhaustivo hemos localizado hasta siete parajes costeros que llevan el nombre de Vell Marí. Son siempre solitarios y, además, cuevas y oquedades (ver Situación, según el mapa de Mascaró Passarius). El Archiduque escribe Vey Marí y, ciertamente, en ocasiones, comete el error de escribir Vey cuando debiera figurar Vell, como por ejemplo (hay muchos) “Port Vey” en lugar de Port Vell. Pero en el caso de Vey Marí, ¿cometió este mismo error  o realmente sus informantes pronunciaban con propiedad bey o bei?. No, el Archiduque, aquí, no se equivocó y sus informantes pronunciaban realmente bei. Quienes se han equivocado, por ultracorrección, son quienes adoptaron la forma Vell Marí, dando pábulo y fingida realidad a “viejos marinos”. Porque bey o bei es la pronunciación habitual de behi, vaca, voz iberovasca que presenta frente a la ibérica bei, como única variación formal y semántica la presencia de una h, desconocida en ibérico. Se trata de una voz tan señera y firme que no necesita justificación. Y por ello, Bei Marí significa “vaca marina”, en Mallorca, foca.

 Si bei es indiscutible, sé muy bien que mari, marina o del mar, suscitará dudas y hasta ácidas descalificaciones por la consabida alegación de “préstamo del latín”. Como ya me he referido en varias ocasiones a este triste estado de cosas, me limitaré a demostrar el origen ibérico de la voz mari. Y ello, con dos alegaciones principales:

1ª. En vasco antiguo existe una larga relación de voces con la raíz mari, algunas de las cuales han llegado hasta el euskera actual. He aquí algunas:

-maria < mari + a, los mares o mares.

-mari-abera, bajamar.

-mari-erdiko, muchacho de medio mareaje (ver Santamarier).

-marikaka, gaviota que hace vomitar.

-marinel: marino.

-mariñel: marino.

-mariñel-gai: aspirante a marino.

-mariñel-lan: marinaje, ejercicios de marina.

-mariñel-legez: a la marinera.

-mariñel-talde:conjunto de marinos.

-mariñel oropilo: nudo marinero.

-marinel-sari: sueldo marino.

-mariñeldun: tripulado, marinado.

-mariñelgo: profesión de marino.

-mariñeltza: tripilación, dotación. Etc.

Con haber alcanzado, como se ve, amplísima difusión, no se demuestra, no obstante, que mari no sea un préstamo procedente de mar-ris. Por ello

2ª. Nota muy propia de la lengua ibérica es que la m- inicial tiene siempre carácter protético, por lo que, a pesar de que se han generalizado y persistido por doquier las formas con m-, sería de enorme valor dar con alguna forma relativa al mar sin m- inicial. Sería, en mi opinión, prueba definitiva de la naturaleza ibérica de la voz mari, y tal forma existe. Se trata de arin-arte, “bonanza, término de mar, mejora o embellecimiento del tiempo después del malo”.

Beimarí, o si se quiere Bei Marí, es una composición de la lengua ibérica, integrada por dos formas que tienen probada esa naturaleza. Se unen mediante yuxtaposición necesaria, ya que be(i)mari haría incomprensible la descripción. Su significado, “vacas marinas”, esto es, focas.


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© Bienvenido Mascaray bmascaray@yahoo.es

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