Toponimia
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Municipio sobrarbense de Tella-Sin. Badaín es una “aldea de 9 h; a 700 m de altitud. Tenía 27 habitantes en 1.900. Comunicada desde Lafortunada. Se cita en 1.571. Le dan cuerpo media docena de viviendas asentadas en un lomón a orillas del Cinca, con la iglesia exenta a poniente creando una bella estampa. Los hogares, vueltos al sur, están alineados en una calle paralela al eje de la loma. Muy reformados, subsiste una achaparrada chimenea circular, una puerta con arco de medio punto biselado y algún edificio auxiliar con mampostería de arrastre. La parroquial de la Virgen de Badaín fue templo románico de cabecera trebolada –siglo XII-, envuelta por obras posteriores que la desfiguran; resta el ábside meridional –visible por el interior- y el arranque del septentrional; se amplió en 1.561 mediante otra nave insertada a poniente cubierta con bóveda estrellada y en 1.576 montando el campanario sobre la cabecera –fagocitando el ábside románico central-; el primer piso de esta torre presenta rasgos típicos de la época, como el suelo enmorrillado, ventanas con asiento embebidas en el espesor mural y puerta defensiva en altura que da a la nave –cegada-; es edificio rehabilitado. Caña de un crucero en el cementerio y rueda de molino apoyada en el muro de una casa nueva” (A. Castán, Lugares del Alto Aragón).
También Pascual Madoz nos da noticias de Badaín muy interesantes: “Consta de dos casas y una iglesia parroquial… Esta iglesia goza de tantos privilegios, gracias y concesiones como la primera de la cristiandad, que es la Lateranense de Roma, a la que está unida en los rescriptos pontificios, y se llama Membrum Celae lateranensis; fue en su origen, según tradición, monasterio de religiosas benitas; posteriormente quedó constituida en ermita, y por último fue erigida en parroquia en beneficio de los moradores del barrio, que hallándose tan separados de la matriz, no podían ser socorridos con puntualidad en sus necesidades espirituales. Sobre el mencionado río Irués hay un puente, cuyo arrendamiento pertenece al caudal de propios de Sin”.
Cuando la carretera de Aínsa a Francia por Bielsa entra en el lugar de Lafortunada sale un desvío a la derecha, señalizado Badaín que, enseguida, nos lleva a un estrecho puente para cruzar el Cinca. Ya en la otra orilla, nos encontramos bajo un mogote bastante alto en cuya plataforma superior asoma la iglesia románica de la Virgen de Badaín; seguimos por la derecha, siempre por debajo de aquel mogote y recorremos un tramo de la ruta, el frente sur, hasta que gira fuertemente y emprende la subida por el costado este. Alcanzada la parte superior, bastante llana, una calle única nos lleva hasta el extremo oeste, de nuevo al lado de la iglesia y sobre el puente, el río y Lafortunada. Hacia el norte, por detrás de las casas de Badaín, los prados y tierras de labor del lugar. Habida cuenta que éste contaba con dos fuegos en 1.857, las tierras parecen suficientes para mantener holgadamente la agricultura y, especialmente, la ganadería. Hacía el sur, lado izquierdo de la calle, un murete de piedra nos protege del pronunciado declive primero, de la carretera de acceso y del cauce del Irués a continuación.
Badaín es un topónimo de fuerte sabor iberovasco pues, en efecto, en el País Vasco y Navarra los topónimos terminados en –ain son multitud (Paternaín, Amatriaín, Barasoaín, Garinoaín. Marcalaín, Andoaín, Senosiaín, etc.). De esta terminación dice el Diccionario Retana de Autoridades que es un “sufijo local, significa altura”; entiéndase, además, cerro, otero, mogote, loma o “lomón” como dice Adolfo Castán. Pero tal definición del Diccionario es deficiente, puesto que ain fue un sustantivo que progresivamente degeneró a sufijo: recordemos el análisis de Ainsa (ain-zain, “la altura de vigilancia u observación”). Mayor dificultad entraña el primer elemento de la composición Badaín. Porque bat significa “uno”, bata “el uno”, bada “sí es”. La solución es muy clara si tenemos en cuenta estos dos hechos: primero, que bat tiene una forma oculta que es bad, por el juego constante de la oclusiva sorda = oclusiva sonora; segundo, porque bat o bad tiene un segundo significado que es el que luce en esta composición: “en conformidad”, “con arreglo a”. Hay que adivinar, al final de la composición, el verbo in, se hace, se construye, se organiza, que desaparece por haplología: bad-ain-in > bada(in)in = Badaín; aludiendo a la disposición de las casas con arreglo a la configuración de la loma, significa “ se organiza con arreglo a la loma”.
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