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Arte y belleza (13)

Textos epigráficos

 Ya en la actual provincia de Burgos pero muy próxima a la línea divisoria con la de Soria, la pequeña localidad de Peñalba de Castro tiene anexas las ruinas de la ciudad “romana” de Clunia Sulpicia que, como siempre, se levantó sobre un poblamiento ibérico muy primitivo, de forma semejante a Palma de Mallorca, Pollensa, Zaragoza, Labetolosa, Medinaceli, Pamplona, y muchísimas otras. Se dice que Peñalba se incluía en el área de los arévacos, en su extremo occidental. Sin poner en duda tal división (sumamente intrascendente), es curioso comprobar cómo la provincia de Burgos constituye base de encuentro de muchos pueblos ibéricos: cántabros por el NO, autrigones por el N, berones por el NE, arévacos por el O y SO, carpetanos o pueblos ignobiles por el S, vaceos por el SO y O. ¿ Y en el centro?. Tanto el estudio del etnónimo turmogos como el del topónimo Burgos expresan bien a las claras que allí se asentó el pueblo ibérico (atendida la naturaleza de su lengua) de los turmogos, constreñido entre y limitando con todos los anteriores.

Pero antes de continuar hacia el Oeste, hagamos un alto en Clunia, que bien lo merece, no sólo por el número de inscripciones suyas que han llegado hasta nosotros, sino por la belleza, arte, dominio de la lengua y valor didáctico que encierra una de ellas. Me refiero a una estela de piedra que Zóbel describe así: “ hallada en 1.774 junto al teatro de Clunia, piedra medio círculo quebrada, radio poco menor ½ vara”. Y bajo un croquis de la inscripción, la anotación siguiente: “Toro – hombre con rodela y chuzo”. Añadamos que, actualmente, la pieza original se halla en paradero desconocido.

Un pueblo como el ibero, entre cuyos hijos y a lo largo de los siglos se encuentran genios como Velázquez, Goya, Picasso o el Maestro de Tahull, Gaudí o el escultor de La Dama de Elche, Cervantes o Quevedo, mostró desde época muy remota su ingenio y vena creativa: recordemos el extraño “haz de flechas” de el vaso de Lliria estudiado por nosotros en “El caballo”, o el grabado en el chatón del anillo de plata de Santorcaz, que también estudiamos en “¡Mucha suerte!”. En la estela de Clunia, con nueve signos ibéricos compone una frase que, a favor de la polisemia de algunos términos, es un bello panegírico del finado y, a la vez, un pensamiento profundo y hermoso, muy vinculado con el anterior, y por consiguiente, sumamente oportuno.

No es fácil el trabajo, no. Y no lo quisiera para mí, pues es mucho más complejo que, por ejemplo, el famoso oráculo de la sibila de Cumas “irás-y-volverás-no-morirás”. Pero es posible que, a esta altura de la exposición, alguien pueda pensar que es otra de mis imaginaciones fruto de mi entusiasmo (que reconozco) por el mundo ibero, o quizá, simplemente, un error de interpretación. Pero aquí llega el autor y, otra vez, nos da una clave de meridiano esplendor que supone proclamar su “juego” a la vez que incitar al lector a la doble lectura. Consiste en lo siguiente: rompiendo toda norma de composición o sutura, incluso la más fuerte y evidente, deja sin elidir la u final del primer término, nuku, a pesar de que el segundo empieza también con u; repite la infracción con el segundo término que acaba en a, no obstante que el tercero empieza con igual vocal; y, por último, tampoco hay elipsis al final del tercer término, que termina en i, ni reduce el diptongo que se forma con la vocal inicial del último elemento de la composición.

Hemos insertado al principio la fotografía de la media estela y de la descripción de Zóbel de Zangróniz, para dar paso ahora al análisis que habrá de ser doble o alternativo:

A). Trascripción.

N-U-GU(KU)-U-GA(KA)-A-I-A-U

B). Secuencias.

1ª: NUKUUKAAIAU

2ª: NUKUUGAAIAU

C). Lecturas.

1ª: Nuku uka ai au.

2ª: Nuku uga(r) a(g)i au(r).

D). Análisis morfológico.

D-1: De la lectura 1ª:

nuku: v.: humillarse. Estamos ante el agente de tercer grado: el que se humilla, y por referirse a un difunto, “el que se humillaba”.

uka: v.: renegar, rechazar. Igual función que el anterior: el que rechazaba.

ai: sustantivo postverbal del ai(tu), desfallecer, fatigarse; por consiguiente, “fatiga”.

au: n.: grito de llamada a la puerta.

D-2: De la lectura 2ª:

nuku: substantivo postverbal del v. nuku: el humilde.

ugar: v.: fluir, desprender. Fluir tiene aquí valor de verbo transitivo: ¿qué fluye o desprende?.

ai: n.: contracción de agi, apariencia.

aur: n.: niño.

E). Análisis fonético.

1. En uka-ugar vemos una vez más la ambivalencia oclusiva sorda/ oclusiva sonora en lengua ibérica.

2. En ugar hay enmudecimiento de /r/ final.

3. ai muestra de nuevo la inexistencia de h en alfabeto ibérico (ahitu en el DRALV).

4. a(g)i presenta caída de oclusiva en posición intervocálica.

5. au es voz de origen, evidentemente, onomatopéyico.

6. au(r) muestra asimismo enmudecimiento de /r/ final.

F). Traducción lieral.

De la lectura 1ª: “El que se humillaba, el que rechazaba la fatiga, llama a la puerta”.

De la lectura 2ª: “El humilde fluye apariencia de niño”.

Considerción final: Son realmente sorprendentes las profundas concomitancias entre la religiosidad de los iberos y la esencia de la doctrina cristiana: compárese, por ejemplo, el texto que acabamos de traducir “El humilde fluye apariencia de niño” con este otro tomado de S.Mateo 18,1: “El que se hiciere humilde como este niñito, ése es el mayor en el reino de los cielos”.De la prohibición de la jactancia y de otros principios morales hablábamos en nuestra obra Baliaride, Título XIV, topónimo Mariasallut, lo que nos llevaba a afirmar en la Conclusión 12ª que “un pueblo auténtico (que vive con arreglo a sus creencias) como el baliaride ( e ibero en general) será la tierra más fértil y en sazón que imaginarse pueda para que, en su momento, la espiritualidad, el amor fraterno y la inmensa belleza que informan a la doctrina cristiana arraiguen en sus corazones hondamente y sin obstáculo alguno”.Por eso fue una inmensa tragedia para el mundo occidental que la Iglesia abandonara la esencia de su doctrina, uniéndose al poder temporal y absoluto (en Ispania a partir del tercer Concilio de Toledo), y traicionando, al propio tiempo, al pueblo humilde.


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© Bienvenido Mascaray bmascaray@yahoo.es

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