Toponimia
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“Pequeña población situada a 768 m de altitud entre barrancos, en un entorno de relieve más suave que marca la transición entre las últimas estribaciones occidentales de la sierra de S. Juan de la Peña y los paisajes abiertos de la Canal de Berdún. Cantera y losera tradicional, forma parte hoy del Parque Cultura de San Juan de la Peña.
Incluido en el municipio de Alastuey, lo sustituyó como cabecera en los años sesenta del siglo XIX y en 1.967 se incorporó a Bailo. El fogaje del Reino de Aragón de 1.495 daba a Arbués 12 fuegos. En 1.857 tenía 195 habitantes y alcanzó los 357 en 1.900. Contaba con 16 en 2.004.
Su topónimo indica un origen prerromano (sufijo –ués, probablemente antropónimo vascón), pero la primera referencia cierta de su existencia data del año 1.004 (el documento del año 987 en que se cita el monte de Arbós es falso), cuando Aznar Fortuniones cedió al monasterio de S. Juan de la Peña todo cuanto poseía en Arbuassi. Medio siglo después (1.046), Ramiro I de Aragón y su esposa Ermesinda otorgaron dos casales en Arbués con sus heredades, décimas y primicias al cenobio pinatense, cuyo patrimonio se incrementó en las décadas siguientes. Sin embargo, el dominio temporal lo tuvo siempre la Corona, que en el año 1.283 vio incendiada y destruida la villa por incursión de los navarros y franceses en la Canal de Berdún. En 1.830 figuraba aún como lugar de realengo. Natural de esta localidad fue Galindo de Arbués, maestro del rey Alfonso I.
La fábrica actual de la iglesia parroquial de S. Pedro Apóstol es una amalgama de construcciones entre las que se distingue, por la calidad de su cantería, lo que resta del primitivo templo románico, de una nave y ábside semicircular orientado al este, levantado en las primeras décadas del siglo XII, que muestra la influencia artística de la catedral de Jaca … Destaca … el muro meridional rematado por arquillos pétreos con motivos diversos… y en el que se abre una notable portada de filiación jaquesa, con estructura de arquivoltas y delicada decoración … Crismón trinitario … Románica es también es la ermita de San Sebastián situada en el collado homónimo … Ejemplo notable de la arquitectura civil es la casa infanzona de los Anaya (siglo XVII)”. (Pág. Web de la Comarca de Jacetania).
Son fundamentales para nuestro trabajo interpretativo las formas Arbos y Arbuassi del documento falso del 987; Arbuas (Sancho de Arbuas) del documento nº 607 de julio de 1.202 de la Colección diplomática de la catedral de Huesca, así como (duos casales in Arbuas) del documento de 1.046 en el Cartulario de S. Juan de la Peña; y, finalmente, Arbues del documento de 1.049. En ellos luce, espléndida, la forma primitiva y las alteraciones fonéticas, regulares y conocidas, hasta la actual y definitiva. Pero antes, observemos sobre el terreno.
Cuando tomamos la ruta hacia Arbués, dejando Alastuey a nuestra espalda, la interpretación que tenemos hecha del topónimo nos obliga a escrutar todo el paisaje en busca de árboles: casi de modo absoluto podemos decir que no los hay. Hay monte bajo y especies arbustivas (bojes, zarzas, espinos, enebros …), algunos chopos y sauces junto al cauce de algún barranco, unos desmedrados almendros y poco más. Tanto es así que, cuando a la vista del pueblo observamos, al frente y un poco a la izquierda, una ladera con unas motas oscuras muy escasas, separadas y de escasa altura –pinos de escaso desarrollo – la sensación de carencia se acentúa. La mancha de pinar tupido, al frente y a la derecha, nos informan que es de repoblación. Por encima de prados y sembrados, todo lo que se alza son delgados y cortos tallos de arbustos o de árboles raquíticos. Creo que la explicación está a la vista: en los diversos cortados que la propia carretera o alguna pista han abierto a nuestra contemplación: una serie de estratos horizontales de roca están cubiertos por una delgada capa de tierra vegetal, suficiente sin duda para sustentar pastos y sembrados, pero que impiden a las raíces de los árboles profundizar lo suficiente, lo que guarda relación con la “cantera y losera tradicional”.
Arbués es una composición cuyo primer elemento es arba, varas, palos, frasca, ramiza, broza, al que viene a aglutinarse el adjetivo indefinido oso, todo, todo lo que hay, enteramente. El enlace se produce con elipsis al final del primer término, arb(a)oso, el cual da arbos por caída de la vocal átona final. A partir de esta forma etimológica, la diptongación o > ue nos conduce a la forma actual abues. Sobre ésta, la frecuente apertura del diptongo ue > ua genera arbuas, de la que arbuassi es el locativo (in arbuassi). Por consiguiente, no concurre en este caso, como en otros muchos similares, el sufijo “patronímico vascón” –ues, y podemos afirmar el exacto valor descriptivo de Arbués: “todo lo que hay, ramiza”.
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